El movimiento fue fugaz y efectivo. Cuando el mercado comenzaba a ocultarse en el horizonte, Boca cerró a Óscar Romero como el quinto y último refuerzo para este arranque del 2022, donde se suma a las incorporaciones de Darío Benedetto, Nicolás Figal, Pol Fernández y Leandro Brey.

Tras muchas negociaciones por su hermano Ángel, quien finalmente terminó arribando a Cruz Azul, el Xeneize aprovechó que Óscar seguía libre para apurar su fichaje y en cuestión de horas resolvió su arribo. El paraguayo de 29 años ya llegó al país y se está sometiendo a la revisión médica, para ser presentado a las 18 horas de este viernes en La Bombonera. Antes de viajar para Argentina, Romero dejó en claro la manera en la que se dio su rápido arreglo para ser jugador de Boca.

Fue Román quien se comunicó conmigo. Se portó muy bien, el trato fue muy bueno, entonces se dio rápido. También el hecho de que sea Boca seduce mucho a un futbolista con los desafíos que tiene este año, sabiendo que se juega muchas cosas importantes“, confesó el enganche.

Así, queda claro que fue Riquelme quien manejó los hilos de la negociación y eso convenció al volante de ser jugador de Boca. Firmará por dos años con el club de la Ribera y, luego de ponerse a punto, podrá hacer su debut oficial.

Este refuerzo simboliza un claro win-win para el club y el jugador, ya que el propio Román confesó hace tiempo su admiración por el fútbol del paraguayo y el Xeneize necesitaba un jugador de estas características tras la salida de Edwin Cardona. Romero, por su parte, llegará a un club donde tendrá protagonismo luego de estar seis meses libre.