Cuando parecía que el mercado de pases de Boca estaba completamente terminado, la inminente llegada de Óscar Romero a las filas de Sebastián Battaglia sorprendió a todos. Juan Román Riquelme abrochó la llegada del paraguayo, pocas semanas después de haber finalizado las negociaciones por su hermano.
La prioridad había sido siempre Ángel, aunque la llegada de Darío Benedetto terminó de fortalecer a un ataque que tiene sobrepoblación de apellidos. Con el bajo nivel (físico y futbolístico) de Ramírez, quedaba claro que el Xeneize necesitaba un generador de juego zurdo, que además tiene buena pelota parada.
Si bien no fue el objetivo durante todo el verano, queda claro que Óscar es del paladar de Román. Si nos vamos bien atrás, en 2016, el ídolo se despachó con muchos elogios para el paraguayo, que estaba en Racing: “Tienen al 10 que tiene demasiada clase. Ojalá que pueda disfrutar del fútbol argentino y nosotros disfrutar de verlo jugar”.
“Me encanta como juega. A mí me gusta el fútbol y cada partido que juega tengo que mirarlo”, reconoció el 10 en aquel momento. Ahora, luego de pasos flojospor China y San Lorenzo, el vice lo trae para recuperar su mejor versión.