Rodolfo Arruabarrena lleva medio año sin dirigir desde su salida en febrero del Al Taawoun de Araba Saudita. Sonó como posible reemplazante de Fernando Gago en Boca, lo que hubiera significado su segundo ciclo como DT en el club en el que fue campeón de la Libertadores 2000 como futbolista, pero él mismo se encargó de aclarar que nunca existieron tales contactos para ofrecerle el cargo.
Mientras busca nuevas oportunidades para dar continuidad a su carrera, El Vasco analizó el presente del Xeneize, que todavía no consiguió ganar desde que Miguel Russo asumió como director técnico para afrontar el Mundial de Clubes, y lo comparó no solo con River, su clásico rival, sino también con Vélez en términos de planificación integral.
“Acá hay un tema institucional y un tema deportivo. A mí lo que me interesa es que el club esté bien. Deportivamente se saldrá adelante. Y si no, habrá que sacar chicos de inferiores. Que salgan ocho o nueve chicos, que me dijeron que hay”, manifestó en 805 Stream el DT que ha hecho experiencia en selecciones con Emiratos Árabes Unidos.
“Yo veo Vélez, veo River, hay chicos de 16 o 17 años que ya están en Reserva y tanto Guillermo (Barros Schelotto) como Marcelo (Gallardo) los meten o por lo menos entrenan (con el plantel profesional). Acá eso no pasa. Pero bueno, puede ser un tema de Miguel (Russo) o institucional”, explicó.
Y explicó: “Cuando agarré yo, nadie me dijo nada en el club, fuimos a buscar porque yo sabía que había categoría 96, categoría 97, que eran pibes que ya pedían. Vos veías que estaban. Después han hecho carrera, algunos más que otros, pero estaba (Juan Cruz) Komar, (Andrés) Cubas que ya había subido con Bianchi. Él (Riquelme) es hincha de Boca. Cuando las cosas no vienen bien el hincha de Boca qué quiere… Ver caritas nuevas, jóvenes“.
El paso de Arrubarrena como DT de Boca
Rodolfo Arruabarrena fue el encargado de suceder a Carlos Bianchi en el que fue su último ciclo como entrenador de Boca y asumió el mando a finales de agosto de 2014, con Daniel Angelici como presidente. Dirigió un total de 75 partidos oficiales en los que cosechó 47 victorias, 13 empates y 15 derrotas.
Durante sus poco menos de dos años de estadía conquistó el Campeonato de Primera División de 2015 y la Copa Argentina en el mismo año. También ese año rompió un récord de Bianchi en Copa Libertadores, ganando los seis partidos de la fase de grupos para una cosecha perfecta de 18 puntos. Pero el desenlace de ese torneo fue un golpe durísimo, porque fue nada menos que River el equipo que lo despachó en octavos de final. A finales de febrero de 2016, tras una derrota ante Racing, la dirigencia le pidió la renuncia.
