La décima fecha de la Ligue 1 estaba por cerrarse con uno de los duelos más atractivos que puede ofrecer el torneo cuando se desató un escándalo. En el Stade Vélodrome, Olympique de Lyon iba a recibir a Lyon esta tarde para afrontar una nueva edición de este clásico, uno de los más importantes de Francia.
Pero la violencia le ganó al fútbol una vez más, cuando un insólito hecho se produjo en la llegada del elenco visitante. El micro que llevaba a la delegación de Lyon recibió decenas de piedrazos por parte de ultras del Marsella y la gravedad del resultado dejó en suspenso al partido.
Los ataques contra el micro dejaron un saldo de varias ventanas rotas y Fabio Grosso fue la principal víctima del hecho. El entrenador italiano, que recientemente agarró las riendas de Lyon, recibió el impacto de los vidrios que se desprendieron de su ventana y terminó con el rostro ensangrentado.
Al llegar al estadio, el campeón del mundo en Alemania 2006 fue atendido por el cuerpo médicos y las imágenes se viralizaron rápidamente. L’Equipe, uno de los primeros en replicar la noticia, mostró además las fotos de Grosso y su cara cubierta de sangre.
De esta manera, la federación y los árbitros decidieron finalmente que el clásico no se llevara a cabo este domingo por el estado del entrenador italiano. Se espera que en los próximos días decidan en qué fecha pueda disputarse o si, de oficio, le entregan los puntos a Lyon.
Los puntos en juego, claves para ambos equipos
Además de tratarse de un partido de gran calibre por ser un clásico, la situación de ambos clubes le ponía aún más picante a la previa. Es que ambos están atravesando por un flojo inicio de temporada y ganar se había convertido en una urgencia para los dos.
Con Grosso en el banco desde hace poco más de un mes, tras reemplazar a Laurent Blanc, Lyon intenta salir del último puesto de la tabla para evitar el descenso. Hasta el momento, acumularon apenas 3 unidades en los 9 encuentros que afrontaron. La situación para el Marsella no es tan alarmante, pero está alejada de las expectativas. Los dirigidos por Gennaro Gattuso, campeón del mundo con Grosso, se ubican en la décima posición, con 12 puntos, a 10 del líder Niza.
El recuerdo del River-Boca del 2018
Es imposible no relacionar este hecho con el que ocurrió en las cercanías al Estadio Monumental en el 2018. Por el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, la última con aquel formato de doble localía, el micro de Boca sufrió una agresión similar.
Una lluvia de piedras destrozó algunos de los vidrios en la llegada a la cancha de Núñez y Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo sufrieron heridas. El desenlace es conocido, River terminó siendo campeón en el Estadio Santiago Bernabéu por 3-1 luego de lo que había sido el 2-2 en La Bombonera.