En apenas un par de temporadas y con 18 años recién cumplidos, Lamine Yamal ha demostrado que la presión que muchos futbolistas sienten al llegar a la primera división no lo afecta en absoluto. Hoy es uno de los candidatos a ganar el Balón de Oro, la figura de un Barcelona que volvió a estar en los primeros planos y hasta se ha consagrado con la Selección de España.

Y si bien su talento es descomunal, puede que lo que le tocó atravesar en su infancia sea la clave para explicar su éxito actual en el fútbol. O al menos así uno puede analizarlo luego de escuchar su relato en el podcast ‘Resonancia de Corazón’ con el prestigioso periodista José Ramón de la Morena. Allí el extremo del Barça se abrió y dio a conocer su dura historia de vida.

Venía de estar en un piso donde la cocina y la habitación estaban en el mismo sitio“, le cuenta Lamine Yamal a José Ramón para explicarle que los lujos que hoy se puede dar -y darle a su familia- no le hacen olvidar lo que le tocó vivir. “Hoy veo a mi madre feliz, veo que mi hermano puede tener la infancia que yo hubiera querido, que mi padre está tranquilo en su casa, que mi abuela también”, señala.

“Mi madre es mi reina” – Lamine Yamal.

Lamine se remontó un poco más al pasado, de hecho, a un momento donde él ni siquiera estaba en consideración: “Mi abuela llegó sola a España desde Marruecos, colándose en un autobús. Fue la primera en llegar. Empezó a trabajar para que mi padre pudiera venir. Mi madre vino con mi abuela desde Guinea”, relató Yamal sobre la llegada de su familia a tierras europeas.

“Mis padres se conocieron en Barcelona y empezamos a vivir en una residencia de más padres jóvenes. Yo me crie ahí, era como un comedor donde nos daban comida a todos. Luego siempre hemos vivido en alguna habitación que dejaban amigos, hasta que se separaron mis padres”, continuó.

“Le recomiendo a la gente que no haga lo que yo, porque perfectamente podía no haber pasado que fuera futbolista”

Lamine Yamal procedió luego a contar su salida de Mataró para llegar al Barcelona, o a La Masia, mejor dicho. Allí se formó como futbolista hasta llegar a primera división, pero el programa del club también ofrece clases escolares para los chicos, un aspecto que nunca fue el fuerte del hoy ’10’ del Barça, y por el cual discutió y se peleó con su madre.

“El primer año me fue bien, pero no estaba acostumbrado a convivir con gente de otro rango social y otras cosas”, reconoció Yamal. “Desconecté de las clases, no estaba cómodo. Me llevaba bien con los de la Masia, pero en el colegio no estaba en mi sitio. Venía de un colegio donde me encontraba al de mi barrio, al de la panadería, al carnicero… era otra cosa”, explicó.

Lamine Yamal no recomienda que sigan su ejemplo.

Luego procedió a contar la pelea que tuvo con sus padres por estar fallando en los estudios: “Me hubiera gustado estudiar, pero creo que no estoy hecho para eso. Les dije a mis padres: ‘Si de vosotros depende que yo trabaje, estamos jodidos. Pero si vosotros queréis que sea futbolista tranquilos, porque voy a ser futbolista’. Mi madre me decía que no iba a jugar si no estudiaba.”

“Hubo un momento que estaba en la Masia y la llamé. Le dije: ‘Mamá, voy a ir al cole, pero no voy a hacer nada. Voy a prepararme para entrenar por la tarde’. Me dijo que qué estaba diciendo, que qué me había tomado. ‘Si me centro, voy a ser futbolista’, le dije. No le convencí, me echó la bronca todos los días. Cuando debuté también me echó la bronca porque tenía que estudiar y no estaba estudiando. Le recomiendo a la gente que no haga lo que yo, porque perfectamente podía no haber pasado que fuera futbolista”, completó.

El apuñalamiento a su padre

En agosto del 2024, Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal, fue apuñalado en Mataró. Aquel hecho delictivo fue catalogado como un ‘ajuste de cuentas’ y, por fortuna, no terminó en una historia fatal. Aún así, fue un momento delicado para un Lamine Yamal que ya había debutado como profesional con el Barcelona y así lo reconoció.

Lamine Yamal explicó cómo fue el momento en que se enteró sobre el apuñalamiento de su padre.

“Estaba en el coche con mi primo, venía de comprar ropa. La que llama es mi prima y me lo cuenta. Me empiezan a llegar más llamadas y en ese momento yo me sentí un niño. Lo primero que hago es bajarme del coche e intento ir a la estación de tren para ir a Mataró, pero yo ahí ya era futbolista“, contó Yamal.

“Sabía que mi padre estaba mal, porque le habían apuñalado. Quería ir a Mataró y verlo. Mi primo no me dejó subirme al tren. Me encerraron en casa, intentaba salir y no me dejaban. Fueron momentos duros. Al día siguiente tenía entrenamiento y fui. Veía que no podía hacer nada. Le llamé y me dijo que estuviera tranquilo y no me preocupara. Le fui a ver al hospital al día siguiente por la mañana y luego todo se tranquilizó”, completó.

Cómo toma los cánticos racistas y los insultos de los rivales

El último tema que tocó fue uno que ha estado en tela de juicio últimamente y en el que las organizaciones deportivas han hecho foco en estos últimos años: el racismo. “¿Has visto alguna vez a algún negro llamar a alguien blanco por la calle? No, porque tenemos dos dedos de frente. Son alguna personas que no sé qué les habrán dado de pequeños, pero se han quedado un poco mal. No me preocupa“, explicó sobre su manera de enfrentar esa situación.