El debut de Franco Colapinto en la Fórmula 1 superó todas las expectativas. Con un monoplaza reconstruido tras el accidente pasado de su antecesor Logan Sargeant y un puesto 18 en la clasificación, el argentino terminó doceavo en el Gran Premio de Monza -remontando seis posiciones- y marcó uno de los estrenos más destacados de la historia para un corredor albiceleste.
A raíz de tamaña actuación en Italia, los elogios no faltaron. Primero, Williams Racing reaccionó con euforia a la actuación de sus dos pilotos, incluyendo los puntos logrados por Alex Albon. Luego, llegaron las palabras de un campeón del mundo a través de sus redes sociales oficiales.
“Muy buen debut de Franco Colapinto”, escribió el expiloto británico Damon Hill para destacar la impresionante performance del argentino tras remontar seis posiciones y terminar el fin de semana en Italia sin ningún sobresalto, ganándose el aplauso de los suyos, los rivales y los aficionados.
Hill participó de ocho temporadas en la Fórmula 1 y logró quedarse con el título en el gran circo en 1996, haciéndole honor a la gloriosa trayectoria de su padre, Graham Hill, único dueño de la reconocida “triple corona” del automovilismo tras haber triunfado en el Gran Premio de Mónaco de la F1, las 500 Millas de Indianápolis (1966) y las 24 Horas de Le Mans (1972). Sin embargo, la carrera de Damon tiene muchísimo más para contar.
Hill vs. Schumacher: ¿la rivalidad de los 90′ en la Fórmula 1?
A mediados de los años 90, la Fórmula 1 fue testigo de una de las rivalidades más intensas y apasionantes de su historia: la que enfrentó al británico Damon Hill y al alemán Michael Schumacher. Esta pugna por la supremacía en la máxima categoría del automovilismo dejó una huella imborrable y se convirtió en un referente para futuras generaciones de pilotos y aficionados.
Con pilotos de la talla de Ayrton Senna, Alain Prost y Nigel Mansell, la categoría vivía un momento de esplendor en aquella década. Sin embargo, tras la trágica muerte de Senna en 1994, fue la rivalidad entre Hill y Schumacher la que acaparó los focos.
La temporada 1994 fue el punto de ebullición de esta rivalidad. Ambos pilotos se enfrentaron en una lucha encarnizada por el campeonato, que se decidió en la última carrera de la temporada en Australia. Un incidente entre ambos, que dejó a Hill fuera de carrera, permitió a Schumacher alzar su primer título mundial.
Este episodio, junto con otros incidentes a lo largo de las siguientes temporadas, alimentó aún más la rivalidad. La colisión en el Gran Premio de Italia de 1995, donde ambos pilotos se vieron involucrados en un accidente múltiple, es otro ejemplo de la intensidad de esta pugna.
La rivalidad Hill-Schumacher es considerada por muchos como una de las más grandes de la historia de la Fórmula 1 y fue sucesora de la protagonizada por Senna y Prost, la cual se dio a principios de esa década.