Si bien el próximo amistoso entre las selecciones de Argentina y Panamá, que se disputará este 23 de marzo en el Estadio Monumental, tendrá clima de celebración por ser el primero en el país para Scaloni, Messi y compañía tras conquistar la Copa del Mundo en Qatar, no se espera que entregue mucho desde lo deportivo.

Esto tiene que ver con que así como en Argentina estarán presentes todos los campeones del mundo, la visita ni siquiera traerá su equipo titular por decisión del entrenadorThomas Chriantiansen, quien eligió dar prioridad a una competencia oficial como la Concacaf Nations League que los tendrá enfrentando cinco días más tarde a Costa Rica.

La estrategia del director técnico le permitirá a la vez observar el rendimiento de otros futbolistas que no forman parte de sus convocatorias habituales y que en muchos casos militan en la Liga Panameña de Fútbol. De los 13 representantes del fútbol doméstico, quien llega con cartel de revelación es Ronaldo Córdoba, delantero de 25 años que está destacándose con el Herrera FC, un muy joven equipo fundado en 2016.

Actualmente, Córdoba es el goleador del campeonato panameño habiendo anotado diez tantos en las nueve jornadas que se llevan disputadas, incluso habiéndose perdido un partido. Según Transfermarkt, su valor de mercado es de 130 mil dólares, por lo que podría suponer una ganga para cualquier director deportivo curioso que quisiera invertir en él.

Contratarlo podría ser incluso más sencillo, porque no sería el primer caso en que un futbolista de una liga de menor nivel presione en su propio club para que le abran las puertas y le permitan aprovechar la que sin dudas sería la mayor oportunidad de su carrera teniendo en cuenta que siempre ha jugado en su país a excepción de un breve paso por Desamparados de Costa Rica.

Cooper, el último antecedente

El último futbolista panameño en jugar en la élite del fútbol argentino fue Armando Cooper, quien militó en Godoy Cruz desde 2011 hasta 2014 y que cuatro años más tarde se dio el gusto de hacer su debut absoluto en una Copa del Mundo, en Rusia 2018. El jugador llegó al Tomba tras no aceptar renovar su vínculo con Árabe Unido, sin costo alguno.