El fútbol argentino tiene muchísimas historias, sobre todo en futbolistas juveniles que no tenían demasiada participación y los clubes los terminan dejando de lado. Y en Boca suele suceder muy a menudo, ya que por la gran cantidad de jóvenes que abundan en la cantera de la institución no todos logran tener minutos en el plantel profesional.
Pero la vida, y sobre todo el fútbol, siempre dan revancha. Después de haberse marchado del Xeneize, quien lo liberó por una módica suma de un millón de dólares, Mauro Luna Diale comenzó a tener minutos en Unión de Santa Fe. Tras desprenderse de la mitad de su ficha, algunos integrantes del Consejo de Fútbol se tomaron la cabeza, ya que el nacido en Merlo hace 22 años fue el gran verdugo de River.
Fue llevado al club de La Ribera por Ramón Maddoni, el mismo descubridor de Carlos Tevez, cuando el actual futbolista del Tatengue jugaba al baby fútbol en Social Parque. A partir de allí, lo acercó a las inferiores de Boca, donde comenzó a transitar un largo recorrido y logró tener algunas pequeñas participaciones bajo el mando de Guillermo Barros Schelotto.
Cuando creía tener un lugar en el conjunto azul y oro, ya que el Apache se había marchado a China, la Comisión Directiva comandada por Daniel Angelici, en aquel entonces, lo prestó a Cerro Largo de Uruguay. Allí disputó un total de 29 partidos y marcó cinco goles. Luego retornó al Xeneize, pero pidió volver a ser cedido, ya que no iba a tener lugar. Y allí apareció en la historia de Unión.
Después de que Juan Manuel Azconzábal se lo pidiera a los directivos, los santafesinos se hicieron dueños del 50% de la ficha y le hicieron un contrato hasta finales de 2025. Hasta la fecha, en el Tatengue disputó un total de 28 partidos y marcó 9 goles entreCopa Diego Maradona, Copa de la Liga, Liga Profesional y Copa Sudamericana, donde el tanto más significante se lo marcó anoche al Millonario para cortar una racha de 32 años sin triunfos de Unión ante los de Núñez.