Antes que la semifinal del hockey femenino de los Juegos Olímpicos de París entre Las Leonas y Países Bajos comenzara a decidirse hubo una situación que generó gran preocupación tanto por parte de las protagonistas del encuentro como de la multitud de fanáticos que colmaron el estadio.
Cuando faltaban dos minutos para que finalice el primer cuarto, un intento de despeje de Agustina Gorzelany terminó impactando con vehemencia contra el rostro de Joosje Burg, previo desvío en su palo, y dejándola muy dolorida en el suelo, requiriendo la inmediata asistencia médica.
Aunque las cámaras de la transmisión oficial decidieron no mostrar a la jugadora afectada, se pudo corroborar que el golpe le hizo perder mucha sangre, al punto que otros trabajadores de la organización debieron ingresar a limpiar la carpeta sintética antes que se reanudaran las acciones.
Afortunadamente para Burg, tras recibir asistencia fuera del campo no solo se logró frenar ese sangrado sino que también tuvo la oportunidad de regresar al terreno de juego varios minutos más tarde. Eso sí, para ello debió cambiar la camiseta que estaba utilizando y recurrir a una nueva, a la que de emergencia se le tuvo que pegar el número con cinta.
El golpe anímico que podría haber sufrido Países Bajos en ese inicio, por perder a una jugadora importante en una acción que cuanto menos generó preocupación, terminó convirtiéndose en una fortaleza, ya que el segundo cuarto, inmediatamente posterior al golpe, fue el mejor de las europeas y el que les permitió tomar una ventaja de dos goles que allanó el camino de cara a la segunda mitad.
Argentina deberá jugar por el bronce
Con la derrota 3-0 ante Países Bajos, Las Leonas quedaron una vez más imposibilitadas de luchar por una medalla de oro que históricamente se les ha negado en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, el objetivo principal era conquistar una presea y todavía podrán cumplirlo el próximo viernes, cuando enfrenten por el bronce al equipo que resulte perdedor de la semifinal entre Bélgica y China.