“Es muy difícil porque si en mi categoría entra una chica trans, la acepto pero sé que estoy disminuida en condiciones. Es que por una cuestión hormonal, va a tener más fuerza que yo y la acepto sabiendo esto porque sino es excluirla”. Las palabras de Paula Pareto, más allá de estar o no de acuerdo, marcan una postura. Pero no una cualquiera, sino la de una atleta que fue doble medallista olímpica (bronce en Beijing 2008 y oro en Río 2016) que siempre fue respetada, tanto arriba como abajo del tatami.

No es una mujer altisonante Pareto, sino todo lo contrario. “El día de mañana sería ideal que exista esa categoría. Es decir, la femenina, la masculina y la trans. Lo acepto pero no estoy del todo conforme”, concluyó la ex judoca en un programa de televisión, luego de ser eliminada de un reality de cocina.

Lo concreto es que, por caso, en la natación apareció Lia Thomas, a quien acusan de competir con excesiva ventaja. El caso de la nadadora de 22 años, reciente campeona de primera división de la NCAA (National Collegiate Athletic Association), resaltó en los últimos meses.

En consonancia con la postura de Pareto y referido a Thomas, Michael Phelps dejó clara su idea. “Todos deberíamos sentirnos cómodos con quienes somos. Pero creo que los deportes deben jugarse en igualdad de condiciones. Es difícil. Es muy complicado”, sentenció el ganador de 27 medallas (23 de oro).

Mientras la polémica continúa adelante, los atletas trans se abren camino en el deporte. Un ámbito que también busca readaptarse a las nuevas maneras y formas de autopercepción.