Sebastián Dubarbier hizo inferiores en Gimnasia y Esgrima La Plata, pasó por el fútbol europeo donde tuvo la chance de enfrentar a monstruos como Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, cambió de vereda al volver del Viejo Continente, cuando se puso la camiseta de Estudiantes, y ahora se dedica a la música. Antes de su show en CABA, habló con Bolavip sobre su nueva vida.
La irrupción de la pandemia, cuando lucía los colores de Banfield, lo hicieron modificar su realidad al punto tal de que puso fin a su carrera y allí comenzó una aventura que ya venía transitando: la composición, los estudios de grabación, salas de ensayo y recitales. Sí, después de ser futbolista, Dubarbier se inició en el mundo de su otra pasión, la música.
– Después de haberte alejado del fútbol, de haber jugado con Messi, y haber jugado el clásico de La Plata, ¿cómo te sentís y qué es lo que te trae al mundo de la música?
– Es el debut de este año musical. La verdad que es una fecha importante. Hicimos un trabajo ahí con el manager para para arrancar bien, bien arriba y bueno, realmente el año pasado se hicieron fechas. Se hicieron fechas lindas, importantes como el cumpleaños de Estudiantes de La Plata, que hubo un montón de personas y tener esa experiencia musical encima es un montón porque había 10.000 personas. Así que en ese sentido te tranquiliza un poco para lo que viene y son experiencias que bueno que te van a sonando acomodando para para tocar con gente.
– Siendo que vos saliste de Gimnasia, ¿cómo es que Estudiantes te dice de venir a tocar al aniversario?
– Y porque jugué en Estudiantes. Somos como familia, así que estamos ahí muy conectados. Salió la canción de ‘Soy el León’, que se la hice yo porque quiero mucho al club y bueno, la verdad que fue un placer tocar en esa fecha y que me tengan en cuenta. Estoy súper agradecido.
– ¿Te llamó un poquito la atención, más que nada por el hecho de la rivalidad que hay con Gimnasia y que vos saliste de allí?
– No, no, no, porque yo me fui de muy joven. Me fui a los 20, 21. No tan bien, no fue mucho tiempo. Y cuando de Almería me quise venir para acá, para Argentina, de vuelta a jugar, los primeros que me llamaron fue Estudiantes de La Plata y realmente ni lo pensé. Fue algo que se dio así y dije que sí.
La vida privada de Seba Dubar, como se lo empieza a conocer dentro del ambiente musical, tiene un tinte celeste y blanco pero teñido de rojiblanco. Es que fue yerno de Alejandro Sabella, dado a que está en pareja con María Alejandra, la más chica de los 4 hijos que tuvo el ex DT de la Selección Argentina.
– ¿Cómo era Alejandro como suegro?
– Una bestia. La verdad que no se podía hablar de fútbol porque te daba vergüenza, no porque él no quería. Le gustaba mucho, pero realmente era para para callarse y escucharlo.
– ¿Y te dio algún consejo para seguir mejorando en lo futbolístico?
– Sí, siempre, siempre se mejora hasta de grande. Hasta cuando deja de jugar al fútbol te das cuenta de cosas que por ahí no te diste cuenta antes. Y nada, obviamente que los partidos que los miraba, que me decía, me explicaba y siempre hay cosas para aprender, porque siempre hace cosas mal jugando al fútbol, aunque cuando te estás por retirar también seguís haciendo cosas mal y siempre es bueno recalcarlo y que te lo hagan ver.
– ¿Te acordás algún consejo en particular que te dio?
– No, no consejo particular, sino el verme más seguido, porque él cuando estaba en la Selección yo estaba jugando en la Primera de España, en Almería, y por ahí miraba otras cosas, otras ligas y demás. Pero sí tuvo la posibilidad de verme más seguido en Estudiantes por la cercanía, y también porque era mi suegro y me tenía que ver. Pero nada, siempre fue, la verdad, una gran ayuda tácticamente. Me hablaba mucho cuando tenía la pelota, cuando no tenía la pelota. La verdad que me dio una ayuda enorme.
– Mencionaste Almería y, lógicamente, me lleva a preguntarte por el mejor jugador del mundo, Lionel Messi. ¿Cómo era marcarlo a Messi y qué es lo que lo que más te asombró?
– Es impresionante. Tenerlo ahí cerca y ver cómo juega, es muy difícil. Es muy difícil porque necesitás mucha ayuda del equipo en sí. Si el equipo está mal parado y te agarra mano a mano, sabemos lo que hace y es muy difícil pararlo. Así que nada, fue una experiencia inolvidable. Fue una experiencia increíble. Y nada, por suerte cambiamos la camiseta que me la llevo de recuerdo y de regalo para siempre.
– Lo tuviste que marcar y lógicamente es difícil. Pero ¿es más dificultoso componer una canción o marcarlo a Messi?
– Y depende, depende. Si te gusta componer canciones y estás acostumbrado, no. Pero marcarlo a Messi es recontra difícil. Y componer canciones como le hice ‘Lio Eterno’, que la publicamos tres meses después de que salimos campeones, no fue difícil porque la verdad que lo que hicieron los chicos, todos los jugadores, lo que hizo él a su edad y lo que sigue haciendo, es muy fácil dedicarle unas palabras y ponerlas en una canción.
Al no haber disputado ningún Mundial, como así tampoco tuvo la oportunidad de lucir la camiseta de la Selección Argentina, no pudo conectarse con el plantel que triunfó en Qatar. Pero sí lo hizo del lado del hincha, algo a lo que está acostumbrado, pese a que los mundiales los veía de manera intermitente.
– ¿Cómo viviste vos la etapa del Mundial ya retirado?
– Espectacular. Fue una experiencia linda porque tampoco era que los podía ver acá a los mundiales. A veces miraba un partido, me tenía que ir a la pretemporada allá afuera, y verlo en familia, bueno, verlo con los chicos, con Silvana (la hija mayor de Alejandro Sabella), Alejo (uno de sus hijos), Alita, mi mujer, que los tuvieron tan cerca y estuvieron tan cerca de ganarlo en el 2014… La verdad que fue una emoción para ellos por lo que vivieron y una emoción para nosotros porque lo estábamos compartiendo con ellos.
– Desde lo futbolístico, ¿te hubiese gustado, más allá de que no tuviste la chance de jugar en la selección mayor, tener esa oportunidad de ganar un título tan importante como lo que significa un Mundial?
– ¿A quién no? ¿A quién no? La verdad que es el título, el número uno para cualquiera. Y hubiese sido impresionante estar ahí. Jugar un Mundial solamente. También jugar un Mundial, estar en esa experiencia de vida que la tienen muy pocos, debe ser increíble.
– ¿Qué cambiás por haber jugado un Mundial? Si tenés que volver el tiempo atrás
– Nada. No cambió nada. Las cosas se dan porque se dan, hay que aceptarlas y las cosas que tengo no las cambio por nada.
El ida y vuelta con el ex futbolista de Deportivo La Coruña, último equipo en el que jugó en el Viejo Continente, nos llevó a indagar profundamente en su faceta musical, dado a que el proyecto Seba Dubar y los Cruzados (además del ex futbolista, que canta y también toca la guitarra, la banda la conforman Federico Pesci en guitarra, Matías Nobile en el bajo y Facundo Elizondo en batería) se presentará el viernes 23 de febrero en The Roxy (Av. Federico Lacroze 3499, CABA), a metros del ex Teatro Colegiales, renombrado a Teatro Vorterix.
– Te gusta componer, pero cuál es el tema que decís, de todo lo que hiciste, tenés un repertorio amplio… ¿Cuál es el que más te costó componer? ¿Ya sea desde lo musical, de la melodía o mismo de la letra?
– Me gusta escribir mucho, escribo un montón. Es algo que lo hago no rutinario, pero si cuando me sale, me sale. Escribo hace mucho, y cuando se me complica mucho es porque no va por ahí. Entonces la dejo de lado. Así que normalmente las canciones que escribo y que surgen es como que fluyen solas y no necesitás pensar tanto. Por eso las canciones que hago que o que están ahí plasmadas en Spotify se pueden ver, son canciones que fluyen, que van y que y que surgen, viste, surgen solas.
– ¿Hay un momento en particular del día que utilices más para componer?
– Cuando puedo, cuando puedo. Y la verdad que me gusta la noche. Me gusta la noche, me gusta la luna y tomarme una cervecita, relajarme y ponerme a componer.
– ¿Es mucho más fácil de noche?
– De noche, es mucho más fácil. Porque hay mucho menos ruido. Los nenes duermen y está todo, todo tranquilo.
– Teniendo en cuenta que son cuatro, que es una familia, es quizás hasta cuando uno está en un grupo de futbolistas que son varios, se termina siendo una familia y muchas veces hay bastantes peleas. ¿Cómo se lleva lo que es un grupo musical, a diferencia de lo que es en el fútbol?
– Y que no vemos menos, que realmente es un proyecto y realmente están porque les apasiona la música. Es un trabajo muy a largo plazo que te tienen que dar la mano y si te dan la mano es porque no te van a soltar. A uno como proyecto individual. Así que súper contento. Y realmente ellos son amigos y por ahora no hubo peleas, así que espero que sigamos así.
– ¿Tampoco hay discusiones para decir vamos por este lado para hacer un tema, no me gusta esta melodía? ¿Cómo es a la hora de componer en grupo?
– Yo hago las canciones, letra, música y después tengo mi repertorio. Y cuando se hace el disco, se quiere hacer un disco, se elige un productor. El productor del primer disco fue Fede Pesci, el violero, y el del segundo disco ‘Descontrol’ (2023), lo hizo Matías Sorokin y fue él el que decidió que se ponía, que no se ponía y para dónde iba la canción. Obviamente que podía discutir o decir mira, para mí iba por allá, para mi va por acá. Él preguntaba muchas veces en canciones que por ahí quería las opiniones de los demás y está totalmente abierto a aceptar o no lo que lo que diga el otro.
– Para qué no te conoce musicalmente, ¿a qué se dedica la banda?
– Me gusta mucho AC/DC, pero soy de escuchar más rock nacional, música en español, rock español de España que me gusta mucho también, que viví cinco o seis años allá, pero hacemos rock and roll, tipo Ratones Paranoicos, los Rolling…. Bueno, mis influencias en un primer momento fueron Fito Páez, que fue el primer disco que escuché ‘El Amor después del Amor’ (1992) a los 6 años, y a partir de ahí fui un fanático del rock and roll. Las Pastillas del Abuelo en su momento, Los Redondos, que son de La Plata. Bueno, varias, varias bandas me gustaban ir a ver y bueno, después agarré la guitarra y empecé con todo el tema de la música.
– ¿Cómo llegaste a agarrar la guitarra? O sea, más allá de que escuchabas música, por hay mucha gente que va a recitales, pero no sabe si agarraría una guitarra o una batería, o se pondría a cantar…
– Cuando me fui de casa a los 20, la primera vez, que me fui a Olimpo de Bahía Blanca. Me fui de casa y compré la primera guitarra. Cuando ya tenía una moneda me la compré y fue algo que no paré. No paré de tocar y me acompañó todos lados, tirado en el sillón con la guitarra y tocando y tocando. Y fue una compañera tremenda.
– ¿Aprendiste de oído?
– Aprendí de oído y ya después cuando vas que hacés acordes y demás, vas conociendo gente, vas viendo algo de escalas, pero todo muy muy autodidacta. Lo mío son más los acordes y acompañar a un buen violero.
– Vos decías que te fuiste a Olimpo, compraste una guitarra, ¿fue con el primer sueldo o compraste algo más con el primer sueldo?
– No, no, no, no. Primer sueldo, de primer sueldo, sueldo fuerte, que fue cuando me fui de Gimnasia, en Olimpo, que me compré mi primera guitarra, fue ahí. Pero más que eso, no. Era primero uno de los primeros contratos, tampoco ganás tanto.
– No, por supuesto. Pero viste que si alguno dice bueno, me compré un autito, pude empezar a pagar el alquiler de un departamento… vos te compraste la guitarra.
– Si yo me compré la guitarra, lo primero que hice fue comprarme la guitarra, y fue lo mejor que hice.
– Siguiendo con la música y que ibas a los recitales, ¿te escapaste de alguna concentración?
– No, no, jamás, jamás, jamás. Nunca.
– ¿Y cómo lo llevabas con el tema del fútbol? Porque te coincidían. Jugaba Gimnasia, Olimpo a la noche, Estudiantes… Ni hablar cuando estabas afuera. Pero cuando estabas acá, que decís, che tengo este recital para ir a ver ¿cómo se hacía? Sobre todo, cuando jugabas de noche.
– No iba. Era difícil. Me he perdido muchos, no recuerdo cuántos, pero me he perdido muchos recitales. Pero tengo una anécdota cuando estaba en Banfield, tocaba Joaquín Sabina y lo fui a ver al Movistar Arena. Y estaba Falcioni de técnico, en ese momento, antes de retirarme. Y nos hizo concentrar 12 de la noche, y el recital no se arrancaba a las 10:30, 11… arrancó más tarde, vi tres o cuatro temas y me fui volando. Y cuando llego allá estaba Falcioni con todo el cuerpo técnico, y le digo ‘no sabés, vengo a ver Sabina, vi tres temas’… ‘¿Por qué no me avisaste?’, me dijo. Y le digo bueno, ya está hacemos las cosas como se tienen que hacer. Pero bueno, eso fue una anécdota de ir a ver un recital cuando tenía que ir a concentrar, pero estaba en horario.
– ¿Y era difícil sabiendo que jugaba principalmente los fines de semana?
– Sí, sí, sí. Era difícil porque los shows siempre son fin de semana. Concentrás, estás metido mucho adentro, así que se complica.
– Pero en lo sentimental te digo.
– Ah, de lo sentimental… porque ya te acostumbras. Es costumbre. Después ya no estás pensando tanto en ir a ver recitales, sino estar pensando más en el trabajo y en rendir, que eso conlleva mucho.
– Y ahora que estás retirado, más allá de que tenés tu propia banda, ¿te das el gustito que no te podías dar antes?
– Sí, sí, a donde puedo, lo que lo que puedo ir a ver, siempre voy. Siempre estoy atento a las bandas que me gustan. Ahora que se hizo los 30 años de Fito, del Amor después del Amor, lo fuimos a ver tres veces, así que no me lo podía perder.
– ¿Y cómo lo llevas con tu familia? Porque estábamos hablando fuera de cámara, de tu viejo y tu vieja que te bancan un montón, que tus hermanos te bancan, tanto con el fútbol como también con la música. Pero, una cosa es que te banquen al proyecto, pero después es el día a día, ¿cómo te bancan, porque es otra cosa totalmente diferente al fútbol?
– Sí, sí, sí. Lo más importante es que te banque tu mujer, tus hijos, que están ahí acompañando y eso siempre está. Mi mujer, un fierro labura ahí con conmigo. Estamos muy metidos en el proyecto, así que muy contentos y siempre para adelante.
– ¿A qué aspiras ahora con la música?
– A seguir creciendo, a dar pasos. Son objetivos cortos, alcanzables, y esa es la clave del éxito en cualquier cosa que haga. Lo mismo en el fútbol, en la música o en lo que te guste.
– Ahora vos me decís me mencionabas que es el primer show, por lo menos de este año. ¿Es el primero en Capital?
– No, toqué en La Trastienda el año pasado, tocamos en Lucille (Gorriti 5520, Palermo). Y no recuerdo alguno otro más acá, pero después tocamos en el interior, en San Miguel de Monte, en Santa Fe, en La Plata, obviamente hicimos ahí varias fechas.
La carrera musical está muy relacionada al ambiente futbolístico. Sobre todo a la hora de crecer. Y cuando un proyecto surge desde el underground, como es el caso de Seba Dubar y los Cruzados, todo se hace cuesta arriba. Por eso mismo, la difusión, el boca en boca y hoy, con la ayuda de las redes sociales, facilita la situación. Pero no del todo.
– ¿Es difícil poder encontrar un contacto para decir que tengo ganas de tocar en X lugar o por lo menos para empezar a mostrar lo de tu arte?
– Estoy aprendiendo, estoy aprendiendo, estoy conociendo un poco el paño, ver cómo se maneja esa situación, Si tenés que tener una estructura, una ayuda para para poder saber cómo manejarse y todo lleva su tiempo, obviamente. Mi idea era sacar discos, sacar canciones para poder mostrar y hacer los shows un poco más dinámicos o que tenga más material, y poder cambiar los shows para que sea más divertido. Así que yo creo que hoy con este disco ‘Descontrol’ (2023) voy a poder tener esa dinámica y poder salir a hacer más shows diferentes.
En la producción de su último disco, trabajó junto a Álvaro Villagra, ingeniero de sonido, productor discográfico y músico argentino que se hizo muy conocido durante la década del ’90 por haber sido el ingeniero de sonido en álbumes Pappo, Riff, Los Fabulosos Cadillacs, Almafuerte, Attaque 77, Guasones, Malón, Hermética, Divididos, Los Piojos, Boom Boom Kid, Bersuit Vergarabat, Joan Manuel Serrat y El Canto del Loco, entre otros.
– ¿Cómo trabajar con Álvaro Villagra? Prácticamente, de los que hoy están en el ambiente, es de los más importantes que hay.
– Nos conocimos allá en el estudio. La verdad que un crack, me ayudó mucho también a conocer a mi equipo de trabajo que estamos hoy, con Hernán, que maneja redes, con Carlos Ravignani, que es el manager que estamos trabajando hace dos meses, y consiguió esta fecha y ahora vamos a empezar a salir a tocar juntos. Así que él me dio una ayuda enorme, y bueno verlo trabajar y ver el producto final de la mezcla y el mastering es una cosa increíble. Con todos los grosos que trabajó y tener la posibilidad de darle mi producto y que lo laburé, es un lujo.
– Aspirás a mucho, pero primero principalmente vas dando pasos cortos. ¿Si vos me decís tengo que planificar a grandes rasgos en la música, a dónde te gustaría llegar?
– A dónde sea. A un estadio, ponele.
– Pero ya tocaste en un estadio.
– Toqué afuera del estadio. Se tocó en la parte del estacionamiento y había un montón de hinchas ahí. La verdad, fue increíble. Pero bueno, como te digo, esto es muchos años de trabajo y lo lindo que se disfruta. Por ahí que sean 20, 30, 40, y es algo que uno lo disfruta, lo hace, va toca, va compone. Me encanta grabar, me gustan los videos, me gusta lo audiovisual, es algo que lo disfruto y que no estoy apurado y eso es lo importante.
– ¿Con qué se va a encontrar la gente que te vaya a ver al Roxy el 23 de febrero?
– Va a ser un show muy lindo, bien arriba con dinámica, pero arriba. Yo creo que se va a rockear mucho, va a haber amigos que ya van a ir saliendo en Instagram, y vamos a ir comentando un poco de lo que se viene. Pero va a estar bien arriba, va a estar muy bueno.
– Lo promocionás como Seba Dubar. ¿No pensaste nunca en un nombre para el proyecto o dijiste bueno, soy yo y vamos con mi nombre?
– Seba Dubar, y los chicos se llamaron los Cruzados.
– ¿Tiene que ver con las lesiones en el fútbol?
– No con las lesiones. Si no que yo digo a ver si los chicos se pusieron los Cruzados, y los cruzados es algo que nunca me dejó en banda, nunca me dejaron tirado. Siguen firmes ahí, así que espero que la banda sea como los cruzados míos.
A sus 37 años, tendrá la chance de volver a mostrar su arte en Capital Federal, epicentro de la escena del rock para poder comenzar a despegar. Como antes se transitaba por lugares como Asbury y Planta Alta para luego llegar al mítico Cemento, y más tarde dar el salto a Obras Sanitarias y/o un estadio de fútbol, en la actualidad hay otros recintos. Pero todos aquellos que estén en La Plata, Rosario o diferentes puntos del país, para alcanzar otro tipo de público (y no solo el local), deben trasladarse y realizar fechas en la jungla porteña.
– Más allá de decir que es un show bastante arriba, el que pase por la puerta, y no quiero que me cuentes toda la lista de temas que vas a tocar, ¿qué pueden llegar a escuchar para terminar entrando al Roxy?
– Rocanrol. El rocanrol bien argentino, muy. Es un rock que tiene parte callejera, tiene rock, balada, se va a encontrar con un poquito de todo.
Como cantante y frontman de la banda, Dubarbier nunca quiere dejar de mejorar. Más allá de que está incursionando en un mundo completamente nuevo para él, diferente al del fútbol, pero con algunas semejanzas. Y es detallista.
– ¿Te ponés a mirar desde el lado del público qué es lo que vos mejorarías o qué le sacarías jugo a esa banda que estás yendo a ver para después implementarlo en tu show?
– Sí, miro mucho. Miro mucho también cómo me muevo en el escenario. Busco esa dinámica también de mejorar, porque eso te lo dan los años. Yo llevo 2 años y es algo que tengo que mejorar, que intento hacerlo y me gusta mucho ir a ver recitales, ver recitales en la tele también como para para ir mejorándolo.
– Si tenés que poner un un espejo, ¿a quién te gustaría parecerte? Más allá de que uno siempre tiene su propia impronta. Pero sí voy a decir me quiero reflejar en alguien…
– A mí me gusta mucho Facu Soto (cantante de Guasones). Yo creo que es un showman, un frontman tremendo que me gusta mucho y lo vi de muy chiquito, así que ahí es una referencia también.
– Si tenés que poner una banda en particular de Argentina, ¿Guasones sería la número uno?
– Yo creo que sí. Yo creo que es una banda que me acompañó mucho en la adolescencia a mí y todo lo discos que sacan me gustan, que es con la única banda que me pasa.
Al mencionar a una de las bandas icónicas de la ciudad de las diagonales, fue inevitable consultarle como público y también como músico, cómo está viendo la actualidad del rock, dado a que diferentes personalidades del país sostienen que ya no forma parte de la cultura popular porque fue apartado por géneros como el trap, la cumbia 420 y el RKT.
– ¿Cómo estás viendo lo que es la escena del rock platense, que está surgiendo bastante después de lo que fueron Los Redondos?
– Siempre fue la cuna del rock. Han salido muchas bandas, mucha gente que va a estudiar al Bellas Artes, se junta mucha gente linda que le gusta hacer cosas y eso está buenísimo. Yo creo que siempre va a estar ahí. Hoy el rock está un poco tapado, pero siempre, siempre va, siempre renace. Es un es algo que nunca va a caer, nunca va a morir. Así que vamos a seguir estando ahí metidos.
– ¿Por qué sentís que está tapado?
– Las nuevas generaciones escuchan otras cosas y es una es una realidad. Pero bueno, el rock no va a morir nunca.
– ¿Por qué sentís que a las nuevas generaciones no los atrapa el rock como sí otros géneros?
– Es moda. Yo creo que es moda. Y está buenísimo lo que hacen, porque yo los escucho, porque tengo un nene chico y escuchamos todo lo que se está escuchando ahora o bastante lo que se está escuchando. Hay cosas espectaculares y hoy veo que algunos chicos le están poniendo guitarras eléctricas, ya con batería, ya mucha más melodía a la música, así que eso está bueno también.
– Si vos le tienes que dar algún consejo a tus hijos en cuanto a lo musical, si es que dicen que yo me quiero dedicar el día de mañana a lo que hace papá. ¿Qué les dirías?
– Uno en los hijos busca que sean felices, que hagan lo que les gusta. Obviamente los chicos míos se saben mis canciones de hace 10 años o más que compongo y están en el auto porque hago mis maquetas y las escucho y las escuchan, y el rock lo tienen muy adentro, y les gusta también todo: el trap, y canciones que vos decís no, por favor, no la escuchés. Y las escuchamos y las escuchamos y las escuchamos, pero realmente tienen que hacer lo que les gusta. Si le gusta hacer grandes traperos, que lo sean, y si les gusta el rock, mejor.