Hace apenas algunas horas, River quedó afuera de la Copa Libertadores de América en la instancia de cuartos de final. Luego de una serie para el olvido contra Atlético Mineiro, el Millonario se despidió del certamen continental y se enfocó en el ámbito doméstico.

En ese contexto, este domingo, por la séptima fecha de la Liga Profesional de Fútbol de Argentina, River visitó a Gimnasia y Esgrima La Plata con la obligación de quedarse con los tres puntos para meterse de lleno en la lucha por el título.

En medio de ese panorama, el comienzo de los comandados tácticamente por Marcelo Gallardo no pudo ser mejor: solamente demoró tres minutos en abrir la cuenta ante un Gimnasia que quedó completamente atónito mirando dicha jugada.

Nicolás De La Cruz, que se recuperó completamente de su fatiga muscular, tomó el esférico en la mitad de la cancha y lo vio muy solo a Matías Suárez. De larga distancia, el uruguayo lanzó una asistencia espectacular que fue letal.

El exdelantero de Belgrano de Córdoba quedó mano a mano con Rodrigo Rey, el portero de Gimnasia, y definió por entre las piernas para abrir la cuenta para los del barrio porteño de Núñez. Eso sí: la ventaja le duró muy poco a la visita.