River perdió contra Temperley en Copa Argentina en una eliminación histórica, un papelón, pero creo que la peor derrota para River es que está caída rompe y casi hiere de muerte la confianza de los hinchas en el proyecto Demichelis.
Los hinchas, después de esta eliminación, creen que este equipo no va a ganar la Copa Libertadores, que es el torneo que más quieren, es lo que sueñan, ganar la quinta en el Monumental. Pero lo que sienten hoy es que con este equipo y, sobre todo, con este técnico, no va a suceder. Por más que en el mercado de pases Jorge Brito traiga a Erling Haaland, a Rodri, al Cuti Romero y hasta al Dibu Martínez para atajar penales, los hinchas creen que con Demichelis no van a ganar la Copa Libertadores.
Este es el drama de River, no poder salir de ese círculo vicioso. Siendo puntero en la Liga Profesional y en su grupo de la Libertadores, se están esperando los insultos y silbidos a Demichelis el jueves cuando reciba a Deportivo Táchira.
¿Tendrá fuerzas Micho para levantar al equipo y levantar la Libertadores que a esta altura es lo único que lo sostiene en River?, la verdad es que está complicado. Después de esta derrota, creo que el hincha le suelta la mano definitivamente, porque lo de ayer confirmó lo que pensaban: con este equipo y con este técnico no alcanza porque no hay mística.
Si analizamos el partido, el entrenador cometió un error de principiante al sacar a Miguel Borja con el partido 1 a 0. Tenés que morir con Borja a esa altura. Pero esto demuestra que ni metiendo 17 goles a Micho lo convence el colombiano.
El otro error fue poner a Héctor David Martínez, si ya viste contra Independiente Rivadavia en un amistoso que no está pára jugar de 6 en River, ¿para qué lo ponés?
Y el otro drama es Franco Armani en los penales. Hay que terminar con este código de no sacarlo en una definición. Si no ataja uno, de seis no atajó ninguno y una sola vez adivinó el palo, es hora de que River traiga a un atajador de penales para cambiarlo y protegerlo.
La conclusión es que River perdió mucho más que un mano a mano, mucho más que una tanda de panels o que una Copa Argentina, River perdió la confianza en Demichelis.