El título no tiene que ver con ninguna decisión táctica que haya dispuesto Scaloni, sino con el recorrido de las carreras de muchos de los integrantes del plantel que saben de qué se habla cuando se menciona la palabra de moda “resiliencia”. Son pocos los trayectos que solamente cumplen con la movilidad deportiva ascendente. La mayoría ha tenido que retroceder para volver a avanzar. Quizás, esa expectativa, que puede trazar un paralelismo con la actualidad del equipo en el Mundial, sea mucho más razonable que la omnipotencia del campeón de América de 36 partidos sin conocer la derrota. Repasemos….

A Dibu Martínez lo compró Arsenal a los 16 años y, lógicamente, estuvo en reserva y hasta salió cedido. Con 19 fue el arquero de Oxford United. Pero a medida que fue creciendo tampoco consiguió lugar en los Gunners y pasó por préstamos por Sheffield Wednesday, Rotherham United, Wolves, Getafe y Reading. En este último estaba cuando se inició el ciclo Scaloni. Recién hacia el final de la 19/20 logró continuidad en el club dueño de su pase, pero por lesión de Bernd Leno. Cuando el alemán regresó, Emi decidió irse a Aston Villa para ser titular.

Dibu con la camiseta del Wolverhampton (Getty)

El pase de Gero Rulli también perteneció a un grande de Inglaterra en el que no tuvo lugar. Manchester City lo adquirió cuando jugaba en Real Sociedad. Continuó varias temporadas en el club español, en la 19/20 pasó por Montpellier y ahora ataja en Villarreal.

Franco Armani hizo inferiores en Estudiantes pero no llegó a debutar. Salió prestado a Ferro, primero, y a Deportivo Merlo después. En un amistoso lo vio Atlético Nacional de Medellín y se lo llevó. Desde ahí, la conquista de América con el conjunto colombiano, algo que repetiría con River.

Son muy pocos los que pueden decir que recuerdan la carrera de Cuti Romero en Argentina. No llegó a los veinte partidos con Belgrano que Genoa se lo llevó a Italia. Un año después, Juventus adquiría su pase, y lo dejaba un año más en el club. Sin lugar en la Vecchia Signora, en la temporada siguiente pasó a Atalanta de Gasperini. Hasta que en la 21/22 lo compró Tottenham.

A Lisandro Martínez lo formó Newell’s, pero no lo disfrutó: tras su debut en la temporada 16/17, pasó a no ser tenido en cuenta. Recaló en Defensa y Justicia, una máquina de potenciar jugadores. Dos campañas en el Halcón le alcanzaron para despegar sin escalas al Ajax de un Erik ten Hag que lo llevó a Manchester United.

Nicolás Otamendi venía de ser multicampeón en Porto cuando Valencia compró su pase. Pero el conjunto español no tenía cupo de extranjeros disponible, ni hizo el intento por hacerle un hueco así que debió regresar a Sudamérica: jugó un semestre en Atlético Mineiro.

Otamendi en el Brasileirao (Getty)

Después de ser rechazado en River, Boca, San Lorenzo y Argentinos Juniors, Marcos Acuña estaba por dejar el fútbol. Pero consiguió lugar en las inferiores de Ferro y al poco tiempo ya jugaba en la Primera. Surgió del ascenso y desde ahí no paró de crecer.

Nico Tagliafico se fue al descenso con Banfield en 2012 e inmediatamente se fue a préstamo al Real Murcia de España. Pero volvió al Taladro para ayudar a devolverlo a la máxima categoría.

Foyth fue una gran aparición en Estudiantes y se lo llevó Tottenham, pero allí jugó muy poco en las tres temporadas que pasó en el club. Debió migrar a Villarreal, donde ganó, junto a Rulli, la UEFA Europa League.

Cuando arrancó el ciclo Scaloni, Nahuel Molina Lucero estaba a préstamo en Defensa y Justicia. Era su segundo año en Florencio Varela. Su pase pertenecía a Boca, que volvería a prestarlo, pero a Rosario Central. Se fue con el pase en su poder a Udinese y tras dos buenas campañas se lo llevó Cholo Simeone a Atlético Madrid.

Otro que tuvo que “retroceder para avanzar” fue Guido Rodríguez. Gallardo lo mandaba a préstamo a…sí, a Defensa, mientras incorporaba a Domingo y Arzura. Sin volver a River, marchó a México y desde ahí a España.

El pase de Leandro Paredes se lo compra Roma a Boca, pero no lo usa inmediatamente: lo presta a Chievo Verona para que se foguee.

Paredes en el Émpoli (Getty)

Cuando Rodrigo De Paul perdió terreno en Valencia decidió volver a Racing. Ahí jugó en 15/16. Arrancó como titular y de a poco su participación se fue diluyendo. Se fue sin que se lo extrañara demasiado. En Udinese encontró su lugar y tras cinco años pasó a Atlético Madrid.

Enzo Fernándezcompleta el póker de los rescatados por el Halcón. River lo cedió y ganó la Sudamericana de la mano de Hernán Crespo. Luego fue una pieza clave en el equipo campeón con Muñeco en la Liga 2021. Hoy, tras un tremendo arranque en Benfica, está en el radar de muchos equipos top europeos.

Enzo levantó la Sudamericana con Defensa (Getty)

Es curioso, pero los jugadores ofensivos han tenido menores vaivenes que los arqueros, los de abajo y los del medio. Este plantel no está compuesto por estrellas marcadas por el designio de una carrera brillante, sino por tipos que han tenido que remarla y buscar nuevos caminos para seguir andando. Esa “caída” no significó el fin del sueño, sino el despegue. Ojalá podamos decir que el debut mundialista funcionó de la misma manera.