Ángel Romero fue de los primeros con los que Boca se comunicó en el mercado de pases, ya que a mediados de diciembre le hicieron saber al delantero paraguayo que querían contar con él, pero como Romero priorizaba una oferta de Europa o jugar con su hermano Óscar, puso su arribo al Xeneize en suspenso.
Los días fueron pasando y de Europa no llegaba nada por él, así como tampoco ninguna oferta por el combo,por lo que la oferta de Boca resultaba tentadora para Ángel y estuvo a punto de convertirse en refuerzo, pero como en ese momento Riquelme se estaba ocupando de cerrar a Benedetto, Pol Fernández y Figal, ahí era el Xeneize el que puso en segundo plano al ex San Lorenzo.
Esta demora de Boca en cerrar su ficha hizo que el Cruz Azul mexicano pusiera primera para quedarse con el jugador, ya que le ofreció un sueldo mucho más alto que el que desde Brandsen 805 le habían propuesto.
Sorpresivamente, semanas después de confirmarse que Ángel y Boca no cruzarán destinos, se dio a conocer que el Xeneize cerró un quinto refuerzo con la llegada de su mellizo Óscar. Uno de los aspectos que trascendieron esta tarde luego de confirmarse su arribo fue la pauta del porqué no pudieron haber llegado los dos paraguayos al equipo dirigido por Sebastián Battaglia, pero la respuesta de esto es más que lógica.
Los hermanos Romero pretendían ambos sueldos elevadísimos para lo que es el fútbol argentino. Sin ir más lejos, Ángel quería el doble de lo que Boca podía pagarle, y cuando estaba a punto de aceptar ese monto, apareció el Cruz Azul y se lo arrebataron de las manos a Riquelme. Óscar, por su parte, sabiendo que el mercado culmina en escasos días, aceptó rápidamente la oferta de Boca y por eso él terminará llegando para firmar su contrato y hacerse la revisión médica en las próximas horas.