En el mundo Boca ya bajaron algunos deciveles tras la presentación de Darío Benedetto, quien retornó tras su paso por Europa. Y más allá de todavía hay algunos aires de resaca por la alegría que genera la vuelta del Pipa, en las oficinas de Brandsen 805 continúan trabajando en el resto de las incorporaciones que planifica Riquelme para el plantel de Battaglia.

A pesar de que uno de los grandes deseos es Ángel Romero, la situación se complicó porque en medio de la negociación se interpuso el Charlotte FC, que este año comenzará a disputar la MLS en Estados Unidos. Sin embargo, el plan B al arribo del paraguayo con pasado en San Lorenzo, también está complicado.

La intensión de Boca es poder repatriar a Guillermo Fernández y poder adquirir su pase para que firme un contrato por tres temporadas. Si bien está todo acordado con el mediocampista nacido en Granadero Baigorria, tanto Riquelme como el resto del Consejo de Fútbol se olvidaron de un gran detalle: llamar a Cruz Azul para negociar la salida de Pol.

Víctor Manuel Velázquez, el presidente del consejo de administración de Cruz Azul, fue muy crítico de la situación entre Boca y Pol Fernández, de quien sostuvo que “pidió un permiso personal por un tema familiar. Tiene un contrato con nosotros hasta este semestre y tiene que regresar”. Y no se quedó allí: “El club se tiene que respaldar sobre ese contrato para que él cumpla con sus compromisos”.

Velázquez fue contundente sobre el futuro del mediocampista de 30 años: “Esperamos a Pol y queremos dialogar con él para ver sus pretensiones. No recibimos llamados oficiales de Boca”, confesó en diálogo con Radio Colonia. Y no se mostró muy a gusto con la postura que está tomando el ex futbolista de Racing y Rosario Central: “Nuestra posición siempre ha sido apoyar a los jugadores, pero este tipo de acciones no dan un buen ejemplo al club, tendríamos que platicarlo y ver qué determinación vamos a tomar”. ¿Jugará en el Xeneize?