Este jueves el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, publicó un comunicado con el que anunció la decisión de decretar la prohibición tanto de la venta como del consumo de bebidas alcohólicas en los alrededores del Estadio Maracaná en la previa, el durante y en horas posteriores a la Final de la Copa Libertadores 2023 entre Boca y Fluminense del próximo cuatro de noviembre.
Dicha medida, impuesta por la autoridad máxima de la ciudad carioca, entrará en vigor a partir de la medianoche del día 4 (o sea pasadas las 12 de la noche del viernes tres de noviembre) y se extenderá hasta las 6 de la mañana del domingo 5, es decir, cerca de 12 horas después de finalizado el encuentro entre los equipos de Jorge Almirón y Fernando Diniz.
En la notificación el alcalde de Río de Janeiro argumenta que “la competencia municipal es mantener el orden urbano, mediante el ejercicio del poder de la policía, en cumplimiento del interés público de mantener la seguridad en el deporte, que consiste también en un derecho fundamental del aficionado”. Además, remarca que “la decisión se fundamenta también en el artículo 2 de la Ley General del Deporte”.
De esta manera, queda suspendida gran parte de la comercialización tanto de las tiendas ubicadas en las calles aledañas al Estadio Jornalista Mário Filho como de los vendedores ambulantes, que habitualmente aprovechan la afluencia del público en las cercanías del recinto en la previa de los partidos que juegan mayormente el Fluminense y el Flamengo.
El partido del Flamengo vs. Bragantino que puso en duda al Maracaná como escenario de la Final, fue postergado
Después de la polémica que se desató la semana pasada en Brasil entre la directiva del Flamengo y las autoridades de Conmebol por el Estadio Maracaná, la Confederación Brasileña de Fútbol intervino y solucionó el tema postergando el partido que el Rubro Negro debía afrontar contra Bragantino por la fecha 30 del Brasileirao.
Resulta que el compromiso por la Serie A estaba estipulado para llevarse a cabo este sábado 28 de octubre y el elenco carioca quería jugarlo en el Maracaná, en donde la entidad sudamericana tomó control desde el lunes 23 para iniciar todos los preparativos de cara a la Final de la Copa Libertadores del próximo cuatro de noviembre. Después de algunos idas y vueltas, que pusieron en duda la sede, el problema se disolvió pateando el partido del Flamengo para más adelante.
El último partido que se jugó en el Maracaná antes de la Final de la Copa Libertadores fue el domingo 22 de octubre
El último partido que se jugó en el Estadio Maracaná antes de la Final de la Copa Libertadores que disputarán Boca y Fluminense el próximo cuatro de noviembre, fue el de Flamengo contra Vasco Da Gama el domingo 22 de octubre. A partir de esa fecha la Conmebol tomó posesión hasta el día después del encuentro que definirá al nuevo campeón de América.
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