Las calles del Principado de Mónaco son una cita ineludible del calendario de la Fórmula 1. Desde la gestación de la categoría, en 1950, Mónaco ha estado presente en 70 ocasiones, con ausencias apenas en 1951, 1953 y 1954, y la de 2020 por el COVID-19. Y será el mayor desafío para Franco Colapinto en su corta carrera dentro de la máxima.
¿Por qué? Pues, por muchos motivos. El primero, el más lógico y el que se aprecia a simple vista, es que se trata de un circuito callejero, estrecho y en el que el más mínimo error de cálculo te hace estrellarte contra las protecciones. Con el paso de los años, los monoplazas se han hecho cada vez más anchos, y con ello se vuelve aún más complicado correr en Mónaco.

Ayrton Senna, el más ganador en Mónaco con seis triunfos.
Y si bien detallaremos eso más adelante, hay que mencionar el peso histórico del Gran Premio de Mónaco como otro de los motivos. Son siete décadas de historia, de carreras y el lugar donde los pilotos se convierten realmente en leyendas. Ayrton Senna es el ‘Rey de Mónaco’, con seis Grandes Premios en su haber (1987, 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993), hito que hasta la fecha nadie pudo igualar.
En esas calles también se registró el triunfo de Juan Manuel Fangio en 1950, la primera ocasión en la que Mónaco formó parte del Campeonato Mundial de la Fórmula 1. El quíntuple campeón mundial fue el primer ganador allí, y repitió en 1957. Carlos Reutemann hizo historia en 1980, también ganando en Mónaco.

Juan Manuel Fangio se impuso en Mónaco en 1950 y 1957.
El desafío del callejero de Mónaco, el circuito donde se ven los verdaderos pilotos
Por mucho tiempo, el callejero de Mónaco ha sido el circuito más chico del campeonato. El más angosto en cuanto a amplitud, y el que más concentración exige de los pilotos. Son 78 vueltas al trazado de 3,337 metros que tiene el Principado, en la prueba en la que se ven los verdaderos pilotos de Fórmula 1.
Mónaco cuenta con decenas de curvas desafiantes, aunque la más mítica es la horquilla de Loews, la curva más lenta de todo el calendario. Los poderosos autos de F1 tienen que pasar a menos de 40 km/h, sino se van contra el muro y no pueden girar. El circuito, en general, es en el que más lento se transita en todo el año, con una velocidad media de alrededor de 150 km/h la vuelta.

La horquilla de Loews, un plano mítico del trazado de Mónaco.
Otro de los grandes desafíos es el cruce del túnel, una de las zonas de mayor velocidad del circuito, con una curva ciega y, en carreras de clima soleado, un cambio de visión brusco a su salida. Además, con una curva de baja velocidad apenas saliendo. La tónica es la misma, se necesita absoluta concentración para no tocar las protecciones y quedar fuera de carrera.

La entrada al túnel en Mónaco, otro de los sectores míticos de la pista.
Mónaco tiene un historial de accidentes casi año a año, golpes muy duros y escalofriantes. Aún así, sólo hay que lamentar un fallecido. Lorenzo Bandini. Fue en 1967, en la ‘chicana del puerto’, a la salida del túnel. En aquel entonces se usaban fardos de paja como protecciones, las cuales se incendiaron con el choque y, a raíz de las quemaduras, Bandini falleció tres días después.
No obstante, el circuito ha dejado grandes accidentes, como el de Mick Schumacher en 2022, que partió el auto a la mitad. O en 1996, Gran Premio donde sólo terminaron la carrera tras pilotos: el francés Olivier Panis, que fue el ganador, David Coulthard y Johnny Herbert, quienes completaron el podio.

El circuito de Mónaco no perdona errores. Así quedó el Haas de Mick Schumacher en 2022.
Cómo debe encarar el fin de semana Franco Colapinto
El accidente en Imola es aún muy reciente, y la clasificación en Mónaco es absolutamente fundamental. Pasar autos es prácticamente imposible en condiciones normales. Es por ello que Franco Colapinto tiene una difícil decisión que tomar.

Franco Colapinto tendrá una exigente tarea en Mónaco.
En Mónaco se buscan los límites, recortar lo máximo posible y pasar extremadamente cerca de los muros, algo con lo que Colapinto también sufrió el año pasado en Las Vegas. Sin embargo, si no toma esos riesgos, difícilmente clasifique bien y aún más difícil será pelear por puntos.
El Alpine ha demostrado ser un coche rápido en clasificación, Gasly ha sido capaz de meterlo en Q3 esta temporada en cuatro de las siete carreras, por lo que el potencial está. Y siendo tierra donde sus dos máximos referentes hicieron historia, puede que Franco intente dar un poco más.
Ahora bien, el riesgo sigue siendo sumamente grande. Quedará en Colapinto y Briatore evaluar qué es más importante: tomar el riesgo y e ir al límite el sábado, o ser más cautos y seguir acumulando kilómetros y experiencia poco a poco.







