San Lorenzo recibió a Tigre en el Nuevo Gasómetro en este frío domingo de junio a horas del mediodía. Y si bien el contexto previo de los dos equipos en el inicio de esta Liga Profesional era similar debido a que ambos promedian la mitad de tabla, el encuentro prometía y terminó siendo un duelo atractivo.

Con un conjunto visitante que tomó el protagonismo desde el arranque, Tigre comenzó el partido ganando con un tanto del defensor goleador, Lucas Blondel. Sin embargo, los dirigidos por Diego Martínez no pudieron mantener la ventaja y mientras promediaba el cotejo, los de Rubén Darío Insúa pudieron empatar el partido desde los doce pasos en los pies de Adam Bareiro.

Esta jugada fue revisada por el VAR antes de determinar el penal, ya que si bien hubo un existente contacto hacia el delantero paraguayo, el mismo hizo una notoria exageración que generó que Héctor Paletta, el árbitro que reemplazó a Ariel Penel (quien salió lesionado en el primer tiempo), dudara de la acción, pero finalmente la tecnología convalidó la infracción y Bareiro la convirtió en el empate.

De esta forma, el partido que tuvo una gran intensidad terminó en un empate que no le sirvió a ninguno de los dos equipos, ya que Tigre necesita empezar a sumar de a tres para volver al protagonismo que tuvo en la Copa de la Liga, donde fue finalista, y San Lorenzo debe hacer lo propio para salir de a poco de la crisis en la que se encuentra sumergido.

Así y todo, el Ciclón está invicto en la Liga en los primeros cinco partidos, ya que cosechó una victoria y 4 empates. Aún sin refuerzos, con un equipo plagado de juveniles y luego de un flojísimo andar en la Copa de la Liga, Rubén Darío Insúa le está dando otra imagen al Azulgrana, que en paralelo también está la estadística negativa: aún no ganó de local en el 2022.