Gimnasia recibía a Boca en un duelo clave por la Liga Profesional en el Juan Carmelo Zerillo, y si bien el partido daba para ser una fiesta total entre dos de los mejores equipos del torneo, rápidamente se convirtió en una situación crítica debido a lo sucedido desde el exterior.

Con un estadio colmado y localidades agotadas, el pueblo tripero llenó también las inmediaciones del Bosque, y en las afueras se dio un cruce con la policía que terminó de la peor manera: "Gases lacrimógenos y balas de goma por parte de los uniformads para hinchas de Gimnasia que querían ingresar al estadio por la puerta 5, con corridas incluidas", fue lo que ocurría en las afueras según constató el periodista Luis Fregossi.

El humo de los gases lacrimógenos ingresó al estadio y afectó a jugadores, cuerpos técnicos, arbitrales y a los hinchas, teniendo que demorarse el partido con apenas 9 minutos en juego. Debido a los incidentes ocurridos afuera, muchos fanáticos triperos tuvieron que abandonar el estadio por el túnel que conduce al vestuario de los futbolistas, donde justamente también se encontraban ambos equipos resguardados del humo, los gases y la difícil situación vivida en el campo de juego.

El duelo finalmente terminó por suspenderse por decisión del árbitro Hernán Mastrángelo, quien por falta de garantías ordenó que no se disputen los 81 minutos restantes del duelo que enfrentaba a Triperos y Xeneize. Vergonzozo.