Fue la gran polémica de la fecha. Por la fecha 23 de la Liga Profesional, Unión y Boca igualaron sin goles en territorio santafesino, pero más allá de la pésima actuación del equipo comandado por Jorge Almirón, el VAR tuvo muchísima injerencia en la anulación de un gol de los locales.

Las quejas perduraron a lo largo de todo el complemento, pero el árbitro del partido, Andrés Merlos, jamás se retractó en su determinación. Y después de la gran polémica que se generó, quien estalló de bronca fue el entrenador de Unión, Cristian González.

En plena conferencia de prensa, el Kily se encargó de analizar la jugada que derivó en el gol de Claudio Corvalán, pero que entre el juez de línea y el VAR determinaron que estaba inhabilitado y que el gol no debía convalidarse.

A raíz de la decisión que se tomó, el ex DT de Rosario Central fue contundente: “Es asquerosa, no alevosa. Sería hipócrita si no lo diría. Le hice señas de que se lo había comido, y a pesar de mi buena relación con Andrés, le hice saber que se había equivocado. Fue un gol totalmente lícito, donde hasta los jugadores de Boca lo reconocieron después del partido. Ojalá que no vuelva a suceder”, enfatizó.

“No me gusta que me roben. Que no me regalen nada, pero no me gusta que me roben”, aseveró minutos después, cuando quiso seguir expresando su molestia por el grosero arbitraje que tuvo toda la terna.