Más de 40 millones de personas que integran un país está de fiesta y no por las fechas de fin de año, sino porqueArgentina se consagró campeón del mundoluego de 36 años de espera. Mucho tiempo transcurrió desde la gesta más reciente que logró el equipo albiceleste y eso se reflejó en las calles de todas las provincias, ciudades, pueblos o barrios.
Después de un infartante partido para los hinchas, aunque los neutrales disfrutaron de principio a fin del espectáculo, los albicelestes lograron la victoria 4-2 por penales tras la igualdad en tres tantos que estamparon en 120 minutos. Con Lionel Scalonicomo entrenador, la tercera estrella acaba de ser estampada en el escudo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Producto de la celebración y la aclamación popular, el Gobierno Nacional decretóferiado para el día 20 de diciembreasí la gente podía acercarse al Obelisco y distintos puntos en los que el micro, con los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, transita con la copa en su poder. Vamos a recordar si esto es un hecho único o con precedentes por lo acontecido en 1978 y 1986.
¿Hubo feriado cuando Argentina salió campeón en el Mundial 1978 y 1986?
No hubo feriado tanto en las ediciones del Mundial 1978 como en 1986 cuando Argentina se consagró como campeón. Recordemos que el primero de los mencionados se llevó a cabo en dicho país, pero principalmente bajo un marco bélico dictatorial que sembró miedo en una época olvidable a nivel social entre 1976 y 1983.
De todos modos, el fútbol permitió sostener cierta luz de libertad para que el público futbolero saliera por las calles con la bandera argentina, el Obelisco fue el epicentro de una serie de festejos como ocurre hoy en día. De hecho, algunos medios calcularon que paraelMundial 1978 hubieron entre16 y 17 millones de personas congregadas en los distintos puntos del país.
Vamos con el ’86, dondela Selección Argentina fue recibida por el presidente Raúl Alfonsín en la Casa Rosada con una multitud de habitantes alrededor de Plaza de Mayo. Los jugadores pasaron por el balcón presidencial para celebrar junto a los miles que se acercaron. También hubo celebraciones en el Obelisco, principalmente en el instante posterior a la victoria 3-2 contra Alemania en aquella final.