La Selección Argentina es campeona del mundo y todavía no terminamos de caer en lo que sucedió en el Estadio Lusail el pasado 18 de diciembre. Es que gracias al épico y agónico triunfo en los penales ante Francia, la Albiceleste bordó su tercera estrella en el escudo con la obtención del Mundial disputado en Qatar en un encuentro final que estuvo cargado de emociones y momentos que quedaron para la historia del deporte.
El gol inicial de Messi, el contraataque a fútbol total en el gol de Di María, la ráfaga de Mbappé y su doblete, la confirmación del alargue, un golazo más de Leo que se convalidó tras una agonía, un penal más convertido por el 10 francés, la salvada para la historia de Dibu Martínez a los 120′ y el rechace de Dybala en la última jugada del partido para evitar un nuevo gol de Mbappé tras una jugada individual impecable. Luego, los penales, y el resto es historia.
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En los doce pasos, fueron Leo Messi, Paredes, Dybala y Montiel los que convirtieron sus goles, mientras que Dibu Martínez atajó uno de los remates de los franceses y jugó psicológicamente con Aurelien Tchouaméni para que erre el suyo. Por lo que, tras confirmarse el título del Mundial con el penal definitivo de “Cachete”, la explosión de todos los argentinos, desde los jugadores y el cuerpo técnico hasta todos los hinchas en Qatar y en nuestro país, fue total y esto por verse en las reacciones de los jugadores.
Dentro de los miles y miles de videos que han salido desde la consagración el 18 de diciembre hasta la actualidad, en las últimas horas se dilvulgó uno que no se había visto hasta el momento en donde se pudo ver a Paulo Dybala y Papu Gómez llorando desconsoladamente sobre el córner apenas se dio el ansiado objetivo.
Es que tanto la Joya desde dentro de la cancha como el Papu fueron de los primeros que llegaron a abrazar a Dibu Martínez, quien se encontraba en otro punto del que celebraron el penal de Montiel. Como pasó ante Países Bajos, el arquero argentino cayó desplomado en su lugar y no pudo sumarse al festejo colectivo. Dybala y Gómez fueron hacia él y tras abrazarse ellos dos, se quebraron en llanto como si fuesen niños; tal como lo hicimos todos en ese momento. Hermosa situación, e inolvidable.
