Desde que se fue, dejó en claro que iba a volver. El Zenit de Rusia agrandó la caja de River en varios millones de euros y se llevó a Sebastián Driussi después de unos cuatro años jugando con la camiseta del Millonario, siendo muy importante para el comienzo del ciclo de Marcelo Gallardo con una racha goleadora que ayudó a sumar muchas victorias.

Ya van cuatro temporadas que el delantero pasó en el viejo continente, y de manera constante mediante las redes sociales se mantuvo cerca del club de sus amores, mostrándose como un hincha más, festejando los títulos, dando la cara en las derrotas y sobre todas las cosas, agrandando la rivalidad con Boca que lleva en la sangre.

Ante la posible salida de Rafael Santos Borré, quien hoy está citado para jugar las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022 y la Copa América con su Selección Colombia, y teniendo en cuenta que hace no mucho se fueron Ignacion Scoco y Lucas Pratto dejando el ataque del conjunto de Núñez con pocas variantes, la llegada de Driussi parece encajar justo.

Pero no es así de sencillo: el deseo del fubolista está y es enorme, pero hay un club que posee su pase y no está para nada interesado en dejarlo ir. Si hay algo que les sobra, es dinero, por lo que ninguna oferta puede ser tan buena como para seducirlos. Lo que más necesitan es que el puesto no quede descubierto, teniendo que buscar un reemplazo de calidad antes de que el argentino viaje a su país.

De igua manera, puede presionar. Su contrato vence en junio de 2022, por lo que si no le cumplen su deseo (irse a préstamo con cargo o rescindir el vínculo con compensación económica), podría esperar seis meses más y negociar como agente libre, dejando sin ningún beneficio a su actual equipo. Veremos.