Aunque Augusto Batalla no defiende el arco de River desde abril de 2018, recién hace menos de un mes dejó de pertenecer al club en el que se formó y con el que pudo hacer su estreno en Primera División con nada más que 20 años, gracias a su fichaje definitivo con Rayo Vallecano, equipo de LaLiga de España que se convenció de hacer uso de su opción de compra a fuerza de grandes rendimientos del arquero argentino.
Con 28 años y comenzando a afianzarse en la que es su segunda temporada en el fútbol europeo, pues la pasada la disputó también en España con el Granada, el arquero tuvo que atravesar momentos muy difíciles a lo largo de su carrera que a la vez le dieron la madurez necesaria que muestra en la actualidad cada vez que se para debajo de los tres palos.
Muchas de las inseguridades con las que convivió fueron producto de la propia exigencia que le supuso hacerse cargo del arco de River siendo muy joven y teniendo que reemplazar a un arquero que había dejado huella como Marcelo Barovero. No lo logró y su primera salida al exterior, previo paso por Atlético de Tucumán y Tigre, fue rumbo al fútbol chileno, donde llegó a evaluar la posibilidad de poner fin anticipado a su carrera. Y fue en su regreso al país para vincularse a San Lorenzo, a mediados de 2021, donde hizo el click necesario para que todo comenzara a reencausarse.
“Detrás del jugador hay una persona. Tal vez en el momento (que le tocó hacerse cargo del arco de River) tanto no me di cuenta por la vorágine del día a día. Años después me di cuenta que eso había sido duro para mí, que me había generado tener mucho temor al error, tomar decisiones demasiado pensadas en el campo de juego cuando en realidad la mejor faceta se da cuando uno fluye”, remarcó en diálogo con SportsCenter.

Augusto Batalla se consolidó como indiscutible en el arco de Rayo Vallecano.
“Donde pude hacer el click de darme un poco de satisfacción y dejar de darme tanto látigo fue San Lorenzo. Tomar la decisión de volver al fútbol argentino bajo una lupa muy grande sobre mi nombre y sobre mi persona fue una decisión muy compleja, pero un desafío que opté por tomar porque era la única realidad en la que iba a poder saber si estaba preparado o no. Todo lo que viví me hizo empezar a volver a sentirme yo mismo”, agregó sobre el paso por Boedo que le dio el giro definitivo a su carrera.
El sueño de Selección que nunca se resigna
Augusto Batalla aseguró que un sueño que le queda por cumplir es el de defender el arco de la Selección Argentina, que tiene a Dibu Martínez como dueño indiscutible pero a la vez da la sensación de ofrecer oportunidades entre sus relevos designados.
“Sinceramente, lo que me queda por cumplir y lo que me gustaría es poder estar al menos una vez en la Selección. Creo que cualquier jugador sueña con eso y hasta el momento que sea posible voy a desearlo. Y si no sucede, me quedará tranquilo de que hice todo lo que puede hacer para estar. Después, sinceramente, estoy muy agradecido con el fútbol, con mi carrera y con todo el esfuerzo que hice”, destacó el arquero del Rayo Vallecano.

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