El viernes 8 de junio de 1990 se dio inicio a la 14° Copa Mundial de la FIFA que en aquella oportunidad se llevó a cabo en Italia. En aquel entonces, quien le daba el vamos a una nueva edición, era el campeón vigente.
Es por eso que en el Estadio Giuseppe Meazza de Milan, el monarca reinante, Argentina, enfrentaba a Camerún, en duelo válido por el Grupo B de aquel certamen. Desde luego, la albiceleste capitaneada por su estrella máxima, Diego Armando Maradona.
Show aparte el del “10”, quien antes del sorteo previo a iniciar el cotejo, empezó a realizar jueguito con el balón y levantándolo con el hombro, provocando los aplausos de todos los presentes en San Siro.
Con lo que no contaba el Diego, era el rudo partido que iban a plantear los africanos y donde la forma elegida para frenarlo – o intentar hacerlo – fue con un juego violento.
Y en el primer tiempo, se produjo una descalificadora infracción contra Maradona que en estos tiempos modernos del VAR, desde luego era castigada con tarjeta roja contra quien cometió el hecho. Este fue el número 17 camerunés, Víctor N’Dip, quien con una patada digna de Karate Kid, le dio a la altura del pectoral pero por la zona costal. El juez francés Michel Vautrot, solo mostró cartulina amarilla.
Además, los africanos terminaron el partido con nueve hombres y pese a eso, se quedaron con la victoria tras el gol anotado por Françoise Omam -Biyik con complicidad del portero, Nery Pumpido, marcando un inicio de Italia ’90 totalmente inesperado para los trasandinos dirigidos por Carlos Salvador Bilardo.
Por cierto, con una estrella mundial totalmente golpeada por las duras entradas de los “Leones Indomables”, si no que también lo diga el delantero Claudio Paul Caniggia. No obstante, un mes más tarde, el recordado crack recibiría un golpe aún más doloroso, que era perder la final ante Alemania y ceder el trono que le perteneció hasta ese día.