La tormenta provocada por la salida de Santiago Escobar del banco de Universidad de Chile después de una campaña que volvió a tener a los azules en los últimos lugares de la tabla de posiciones, dio paso a nuevos bríos a partir de la decisión de poner en el banco a Sebastián Miranda.
Es cierto que la regencia azul no quería por ningún motivo volver al tema del interinato por lo ocurrido la temporada anterior, pero lo hecho por la U ante Audax en Valparaíso empujó a tomar una decisión rápida, considerada internamente ya como un mal menor frente a la catástrofe que podría significar la continuidad del colombiano.
Miranda estaba a cargo de la división sub 17 universitaria donde había ganado todos los partidos que tuvo a cargo el equipo y habían grados de confianza sobre su trabajo por la metodología y trato que viene demostrando en el club laico.
Lo claro e inobjetable es que desde que el interino se hizo cargo, las cosas han cambiado en la U, sumando dos victorias en tres partidos y generando confianza en jugadores que la tenían extraviada hace rato.
El DT azul además, nunca abrazó la esperanza de quedarse y dejó en claro desde el minuto uno que estaba de paso y elogió al nuevo entrenador Diego López, sacándose cualquier presión de encima y aspirando a dejar la mayor cantidad de puntos posibles.
Pero, en el segundo piso del Centro Deportivo Azul han tomado una decisión: que Sebastián Miranda sea uno de los asistentes del estratega uruguayo, para reforzar la banca y trabajar codo a codo con el oriental.
En la U entienden que lo hecho por el joven entrenador es importante y no quieren perder este trabajo, por eso la idea de fusionar lo avanzado con lo nuevo que traerá López será la combinación perfecta para tener una segunda rueda tranquila.