Siguen los coletazos de la suspensión del Clásico Universitario entre Universidad Católica y Universidad de Chile, quienes no pudieron completar su compromiso válido por la vuelta de los cuartos de final de Copa Chile en el día de ayer en Valparaíso.

Bombas de estruendo que impactaron extremadamente cerca del portero azul, Martín Parra , le impidieron continuar el compromiso con normalidad y todo decantó en la suspensión del partido por parte del árbitro Felipe González.

Una de las actitudes más reprochables que se vivió en la cancha del Estadio Elías Figueroa Brander fue cuando Mauricio Isla corrió toda la cancha para encarar a Martín Parra, quien estaba en el suelo y sin poder moverse por el shock auditivo que sufrió. Esta acción y la violencia ayer se ganó el repudio de Francisco Las Heras, histórico jugador de Ballet Azul de Universidad de Chile quien habló con Bolavip Chile.

La violencia una vez más ganó en el fútbol chileno. | Foto: Agencia UNO

Los directivos de Universidad Católica tienen razón que esto está en todos lados y no lo justifican, pero es indignante todo y efectivamente es algo que está sucediendo. Yo me pregunto, porque no escuché a Tagle y Fuenzalida decir que se estaban tomando todas las medidas de seguridad para el estadio”, comenzó con todo Pancho Las Heras.

Las Heras no entiende cómo este partido se jugó con público en primer lugar: “¿Cómo es posible que entre gente con bengalas, con bombas de estruendo?, ¿Dónde está la seguridad? Quiere decir que es muy mala y no se está haciendo lo que se tiene que hacer. La gente se porta mal, pero es increíble que Católica pida que los habiliten jugar con público y después el Tribunal de Disciplina acoja la petición siendo que ya estaban castigados”.

La acción del bicampeón de América se ganó el repudio de quien defendiera la camiseta con la U en el pecho entre 1967 y 1972: “Es impresentable la actitud de Isla hacia un compañero de actividad. Yo creo que él va tener que hacer un mea culpa y pedir disculpas, como iban ganando y se suspendió poco menos que quería que se levantara y siguiera el partido, pero a la larga primó la cordura”.