El ex jefe de la Comisión de Árbitros de la ANFP, Javier Castrilli, conversó con Al Aire Libre en Cooperativa en el día de hoy para hablar de su salida del ente rector del fútbol nacional en medio de las acusaciones de Francisco Gilabert por el polémico partido entre Huachipato y Deportes Copiapó por la liguilla de promoción.
El ‘Sheriff’ aseguró que “Mi despido fue para evitar el paro de árbitros. Los jueces pusieron el fútbol chileno de rodillas. A mí me dijeron, desde el presidente hacia abajo, que ellos hacían lo que querían. Yo anticipé con antelación que podía venir el paro de árbitros”, contó en primera instancia.
El ex juez argentino se llenó de reflexiones para expresar su sentir, diciendo que “El daño que nos hicieron es irreparable. Nos ejecutaron en la silla eléctrica para después darse cuenta que éramos inocentes”.
Castrilli sigue sin entender muchas de las decisiones que se tomaron en su debido momento: “A mí me llamaron para corregir las deficiencias y limpiar a los árbitros que las cometían, y después me sacaron para que se depusiera un paro”. Además, el trasandino aseguró que los informes de los árbitros eran manipulados, por lo que “Mi primera medida fue que los informes debían ir al Tribunal de Disciplina”.
Pablo Milad, presidente de la ANFP, tampoco estuvo exento de los descargos de Castrilli, quien disparó con dureza al curicano: “Las personas con altos cargos a veces toman decisiones que no quieren”.
En el cierre, Castrilli insistió en que los árbitros involucrados deberían haber sido castigados de por vida: “Ustedes creen que, tras la sanción, ¿los involucrados en mentir de esta forma pueden volver a dirigir? Debieron ser castigados de por vida. Es como poner un pedófilo a dirigir un jardín infantil”, remató.