Javier Castrilli rompió el silencio varias semanas después de su polémica salida de la jefatura de la Comisión de Árbitros, donde salvo algunas esporádicas apariciones comentando situaciones en redes sociales, no había profundizado sobre su despido hasta hoy. El controvertido juez argentino llegó hasta la Cámara de Diputados para descargarse en la Comisión de Deportes de las acusaciones en su contra y se extendió por muchos minutos.

Y es que el Sheriff no se guardó nada y disparó contra lo que el denominó como un “club de amigos” en torno al referato nacional. "Cuando yo llego me encuentro con una verdadera asociación, un grupo de personas que a través del tiempo se enquistó en el poder arbitral y se manejaba practicando la cultura del nepotismo y de las relaciones clientelares a través de su cultura del amiguismo, el club de amigos", comenzó.

A su juicio, dicho grupo son los que han ido postergando a jueces con según él, tenían muchas condiciones para dirigir. "Ese poder arbitral, con las características de una verdadera asociación o corporación, se fue enquistado y enraizando, no solamente en la parte técnica arbitral, sino en el aparato de contralor de los árbitros, que era el cuerpo de asesores, comandados también por uno de los apellidos ilustres que componían esa característica de nepotismo, influenciando con su ascendencia sobre el resto el análisis de las actuaciones arbitrales", complementó.

En ese sentido, polémico ex árbitro sostiene que tras asumir la jefatura fue víctima de una ofensiva de estos jueces. "A las horas de haber asumido comenzaron los ataques. Y comenzaron los anónimos contra mi persona y contra mis colaboradores, por eso es importante que hoy estemos presentes todos, porque a los tres nos han denostado, a los tres nos han sometido al escarnio público", señaló.

Los controvertidos audios de Francisco Gilabert terminaron por provocar el despido de Javier Castrilli. / FOTO: Agencia Uno

Castrilli se extendió por largos minutos, algo que incluso le valió el llamado de atención de la Cámara de Diputados. Sin embargo, lejos de contenerse, siguió repartiendo sus dardos y apuntó que la dirigencia de la ANFP se deja dominar por los árbitros.

Las propias personas que me contrataron reconocieron que los árbitros hacían lo que querían ¿Escucharon bien? Es decir, los árbitros tenían una autonomía absolutamente imposible de digerir en cualquier institución que se precie de orgánica y que esté absolutamente convalidando los estatutos de la FIFA. Los árbitros no pueden hacer lo que se les dé la gana, se llegaba al punto tal de que se elevaba a la Federación Internacional la lista de los internacionales sin que pasara por la presidencia de la ANFP, es decir, el presidente desconocía quienes eran los árbitros que iban a ser internacionales", siguió descargando.

Finalmente, Castrilli se refirió a la polémica que terminó con su despido de la jefatura de los árbitros, sentenciando que fue una medida injusta y hasta se comparó con una ejecución hiistóricamente conocida. 

"Sacco y Vanzetti, a fines de la década de 1920, fueron ejecutados en la silla eléctrica por razones que luego se pudo demostrar que eran injustas, a nosotros nos han ejecutado en la silla eléctrica para luego concluir en una investigación que éramos inocentes, es decir, sin posibilidad alguna del principio de inocencia fuimos condenados. No obstante, cuando explota el tema de Huachipato y Copiapó, también explotado por un anónimo y con la participación de agentes de prensa, a nosotros se nos somete y a pesar de haber estado advertidos y ser conocedores de todo lo que estaba ocurriendo, a nosotros se nos despide", cerró.