Argentina colocaba la sorpresa en el norte de Chile. El elenco trasandino rompía la paridad en el marcador de forma tempranera con un precioso remate de Ángel Di Maria, el cual fue imposible la estirada de Claudio Bravo, quien veía como entraba el balón a su pórtico.

El futbolista del Paris Saint Germain, aprovechó el descuido por la banda derecha del ataque chileno, se posicionó para su pierna izquierda y colocó un remate ajustado al palo más alejado del capitán chileno para anotar el 0-1 del partido.