Bad Bunny se acerca poco a poco a su status de leyenda en la historia de la WWE. El fin de semana pasado se enfrentó a su compatriota puertorriqueño Damien Priest y dejó la grande en Backlash.

La presencia de Benito Martínez Ocasio hizo que el evento se alzara como el espectáculo más visto de la compañía de lucha libre, desde su creación.

El cantante se alzó como el ganador en la pelea callejera, con la particularidad de que el encuentro se sostuvo en San Juan, la capital de Puerto Rico, detalle por el que todo fue aún más significativo.

Trofeos: Los hematomas y arañazos de Bad Bunny

Fue a través de su Instagram que el artista convertido en luchador mostró orgulloso las lesiones que le heredó el combate contra Priest.

Hematomas, arañazos y áreas enrojecidas, es parte de lo que mostró orgulloso el cantante en una de sus historias de la red social, que no tardó en viralizarse por lo impactante de lo que pasó en el ring instalado en pleno Coliseo de Puerto Rico.

Y es que se dieron con todo en la velada: sillas, palos, cadenas y tapas de cubos de basura y más volaron por los aires y contra los cuerpos de los contrincantes.

Más tarde, hasta la misma WWE se jactó de las lesiones que le dejó la pelea a Bad Bunny, por medio de TikTok:

Backlash con Bad Bunny: Los récords para la WWE

Este era el primer evento que se realizaba en la isla desde enero de 2005 y el fenómeno de Bad Bunny en la música se sigue expandiendo a nuevos horizontes, porque ahora hizo que este último Backlash se convirtiera en el evento más visto en prácticamente toda la historia de la WWE.

De acuerdo con Forbes, la audiencia televisiva del show registró un aumento de un 28 % contra el récord que se estableció en 2022.

Además, la jornada se alzó con la mayor cantidad de venta de boletos -17.944- de un evento de WWE celebrado en Puerto Rico y de la franquicia Backlash en la isla.

A eso se suma el éxito que confirmó la misma firma a través de un comunicado, en el que establecieron que más de 40 millones de personas vieron a través de las redes la pelea callejera entre Bad Bunny y Damien Priest.

El hashtag #WWEBacklash, que incluía un emoji de Bad Bunny, se elevó como tendencia número 1 entre todos los deportes del sábado por la noche.

Backlash también rompió récords de merchandising vendido con la sigla LWO, Latino World Order; además de llegar a un aumento de un 98% en ventas por sponsors, en comparación con lo que se logró el año pasado.