Belén Mora se enfrentó al Monstruo y fue su primera víctima en el Festival de Viña 2023. Tras ofrecer una rutina que partió con buen ritmo, en la mitad de su propuesta perdió a los presentes.
¿Cómo le fue a Belén Mora en Viña 2023?
Una complicada situación fue la que enfrentó la comediante en la tercera jornada del certamen, que terminó provocando más incomodidad que carcajadas entre los presentes en la Quinta Vergara.
En primera instancia, Mora optó por burlarse de la cantidad de hijos de la animadora María Luisa Godoy, recibiendo una tibia recepción. Eso para luego volcarse al recurso recurrente de los comediantes en el último tiempo, analizando los cambios de comportamiento que detonó en las personas la pandemia.
Se afirmó hablando también de su experiencia de embarazo en medio de la emergencia sanitaria, con una hilarante descripción comparativa de sus partos, tanto en la salud privada como en la salud pública.
La narración luego dio un viraje hacia lo que ha tenido que enfrentar con un hijo adolescente, hasta llegar a describir los tipos de madres que se encuentran en una reunión de apoderado.
Así, comenzó a perder el apoyo que había logrado en un primer lugar, proponiendo una historia sobre ganarse el puesto de la mamá más sobresaliente del curso. Ese fue el tramo fatal: un combinado de mucha información, palabras saliendo de su boca a toda velocidad y la falta de remates terminaron condenándola.
Las primeras pifias fueron tímidas, pero luego cobraron fuerza, y el Monstruo sacó las garras para pifiarla derechamente.
Concluida la primera parte de su rutina, entraron los animadores para despedirla, aunque de alguna manera presionaron para que el público le entregaran la Gaviota de Plata. Pero no contenta con eso, Belén decidió quedarse sobre el escenario para hacer el trámite final de su rutina, a pesar de que el público la seguía pifiando.
Un “¡Andate!” Se escuchó clarito en un momento de la transmisión, mientras Mora daba espacios de silencio para que las pifias aumentaran aún más, pero luego continuar con su narrativa sin importar que había perdido por completo a los presentes.
Una vez que concluyó, Belén Mora, desafiante, valoró que el público se manifestara y aseguró que lo había pasado “la raja” y que ahora se iría a tomar unas piscolas.
Nadie entendió por qué se quedó para esa tortuosa segunda parte.
