Universidad Católica y Everton se enfrentaron en un duelo de equipos que venían dolidos por la eliminación de la Copa Sudamericana y la salida también de los entrenadores Nicolás Núñez y Francisco Menegheni.
La UC comenzó mejor, con ocasiones y posesión de balón, algo que coronó a los 13 minutos cuando Alexander Aravena derrotó al Nacho González para abrir la cuenta en favor de los cruzados.
Lamentablemente para el equipo de la Franja, la ventaja le duró apenas dos minutos, y la frase de que no hay peor astilla que la del mismo palo, se hizo realidadcuando Tomás Asta-Buruaga se anticipó en un tiro de esquina para sorprender a toda la retaguardia de la Católica. 1-1.
La UC no se recuperaba del golpe del empate cuando Braian Martínez metió un derechazo para poner arriba a Everton en el marcador.
Los ruleteros estaban imparables y pudieron llegar al 3-1 en dos ocasiones, pero fue en ese momento donde el local reaccionó de la mano de Fernando Zampedri, el que estuvo a punto de descontar.
El segundo tiempo otra vez mostró a un Everton decidido a matar el partido, casi lo hace en los pies de Rodrigo Contreras. El que tenía la llave era Federico Martínez, el que por fin puso el 3-1.
Rodrigo Valenzuela, reemplazante de Nicolás Núñez en la banca de la UC hizo tres cambios apenas se verificó el gol viñamarino: Salieron Menossi, Joaquín Torres y Gonzalo Tapia, para el ingreso de César Pinares, Cristián Cuevas y Clemente Montes.
Cuando el reloj marcaba el minuto 75, Nicolás Castillo saltó al campo de juego en reemplazo de Alfred Canales. Tres minutos más tarde Everton convertiría el 4-1.
El Topo Berrios apareció destapado y sin marca para vencer al portero Gillier.
A los 96 se vivió un momento emotivo en Santa Laura cuando Nicolás Castillo marcó su primer gol desde que volvió a la UC, de tiro libre, y que significó el descuento final de la Católica.
Buen triunfo de Everton que profundiza la crisis cruzada.