Tras la trombosis sufrida en 2020, todo parecía indicar que el delantero Nicolás Castillo no volvería a pisar una cancha de fútbol. Incluso, estuvo más de un año alejado del fútbol y se dedicó por completo al Golf, una de sus pasiones.

Pero, la vida siempre te da una revancha. Y esta vez el formado en la Universidad Católica tendrá una segunda oportunidad en el deporte rey y será en nada menos que el equipo de sus amores.

El campeón de la Copa América con la Selección Chilena ya entrena a la par con el primer equipo, pero se espera que a comienzos de 2024 sea inscrito para disputar el Campeonato Nacional.

Castillo está ansioso por ponerse la camiseta de la UC | FOTO: Martin Thomas/Photosport

HABLÓ EL FISIOTERAPEUTA DE CASTILLO

En conversación con Las Últimas Noticias, Jorge Rivera, fisioterapeuta mexicano, reveló la rutina que tuvo que seguir Castillo para estar preparado para retornar a la alta competencia.

“Hubo que hacer una reconstrucción del cuádriceps, porque obviamente mucho tejido muscular se perdió en la cirugía. De ahí adelante hubo mucho trabajo por hacer. Siempre la pierna derecha estuvo un poquito más deficiente que la izquierda, pero ahora están parejas. A trabajo del balance y después un trabajo muy enfocado en la explosividad, que lo que más lo tenía preocupado”, comenzó diciendo.

Castillo entrenando para volver de la mejor manera posible | Foto: Las Últimas Noticias

“Siempre se ha caracterizado por la potencia y la explosividad sobre todo en los primeros pasos, por eso era importante trabajar el core (abdomen) porque a él le gusta el contacto físico con los defensas, le gusta presionarlos todo el tiempo”, agregó.

Luego, el profesional de la salud le envió un fuerte mensaje a la dirigencia de Cruzados y a Nicolás Núñez. “Está recuperado de todos sus problemas médicos y al 100% físicamente”, confirmó.

Por último, Rivera dejó en claro el sacrificio que tuvo que hacer Castillo durante varios meses. “Llegaba a las nueve de la mañana, desayunaba conmigo, porque la nutricionista le mandaba su comida. A las 10 entrenábamos: dos horas de camilla y dos de trabajo de fuerza y acondicionamiento. Almorzábamos, se iba a su casa y a la tarde íbamos al campo. (…) Se mantuvo fuerte, quería volver a Católica”, cerró.