El 29 de diciembre pasado, Universidad de Chile hacía oficial la incorporación de Jeisson Vargas como nuevo refuerzo azul proveniente desde Unión La Calera.
Vino precedido de una campaña buena, correcta donde incluso muchos creían que see staba recuperando a un jugador que cuando irrumpe en Universidad Católica, parecía ser pieza fija tanto en los cruzados como también pensando en la Selección Chilena.
Luego de unos vaivenes, en el cuadro cementero parecía haber encontrado el fútbol el cual siempre se espero de él y prueba de aquello es que la U puso sus ojos en él, pese a que años antes ya lo había hecho, pero él priorizo volver a la UC.
No obstante, Vargas nunca pudo ser un real aporte en los laicos y si bien en La Calera andaba bien, una rebelde pubalgia lo tuvo bastante complicado y en el CDA no fue distinto. Sin embargo, más allá de esa lesión, cuando estuvo en cancha su rendiento no fue el esperado.
Y eso trajo consecuencias, como por ejemplo jugó 20 partidos entre torneo y Copa Chile siendo títular en solo13. Lo otro, es quea pesar de vestir la camiseta número 10, Jeisson Vargas nunca dio una asistencia terminando el campeonato con el registro de cero pase gol y por si fuera poco, no convirtió en este 2022. O sea, cero con cero.
Desempeño que lo hace estar en el ojo del huracán y que pese a tener contrato vigente, su continuidad está en duda y será materia de análisis en la directiva de Azul Azul.