Luis Felipe Gallegos se transformó en 2022 en el refuerzo estrella de la Universidad de Chile. Sin embargo, el jugador estuvo muy lejos de eso y su segunda etapa por el Centro Deportivo Azul fue triste, nefasta y muy por debajo de las expectativas de todo el mundo que rodea al Romántico Viajero.
Durante una década, Gallegos estuvo en el extranjero tras explotar en la U de Jorge Sampaoli. Fuera del cuadro azul, el volante estuvo en Alemania, España y México donde se asentó largas temporadas. De la Liga MX vuelve a Europa para jugar en el OFI de Grecia con mediano éxito.
En 2022, junto a Santiago Escobar, Gallegos retorna a la U, pero su retorno fue un rotundo fracaso. La temporada anterior apenas actuó en 16 partidos, en 10 de ellos fue titular y registró apenas 891 minutos. “Vengo motivado, más maduro y con ganas de campeonar, agradecido de la gente de la U que permitió mi regreso“, dijo tras su presentación.
Lo peor llegó esta temporada. Pellegrino borró del mapa a Gallegos y cuando sonaba como posible para jugar mañana ante Palestino, simplemente, es borrado del equipo y logra salir de la institución con apenas 140 minutos en 3 duelos en 2023.
Gallegos jamás pudo demostrar su valía y no pudo rendir ni con Sachi Escobar, ni con Diego López, menos con Sebastián Miranda y para qué decir con Pellegrino. Un retorno que es considerado como uno de los peores de un exjugador de la U a casa.
El ex gerente deportivo y cuestionado, por lo demás, Luis Roggiero fue el que agilizó todo por sumar a Gallegos, quien no pudo mostrar nada de su estadía durante un año y medio. El jugador tenía uno de los sueldos más altos del club.
También, Gallegos tuvo que lidiar con varias lesiones musculares entre ellos un par de desgarros, que lo dejaron fuera de combate. Así, el retorno del volante no fue el esperado y sus partidos costaron millones de pesos a la U con un aporte nulo. La salida fue de mutuo acuerdo y ahora el exjugador azul tiene que buscar un nuevo horizonte.