Universidad de Chile venía de perder ante Coquimbo Unido y debía afrontar el partido ante Deportes Iquique con cinco titulares menos, cuatro por lesión (Fabián Hormazábal, Franco Calderón, Charles Aránguiz y Leandro Fernández) y uno por expulsión (Maximiliano Guerrero).

La U entró a la cancha con una línea de cuatro y con dos centrodelanteros en ataque, algo que no había hecho nunca en la temporada el entrenador Gustavo Álvarez.

Los azules se hicieron dueños del partido y tuvieron varias ocasiones de gol, donde Lucas Di Yorio y Rodrigo Contreras desperdiciaron las más importantes.

Cuando la U jugaba mejor, vino el balde de agua fría, un error de Fabricio Formiliano unido a una apresurada salida de Gabriel Castellón, permitió una genialidad de Álvaro Ramos para abrir la cuenta para los Dragones Celestes.

El cuadro azul sintió el golpe, bajando la intensidad, entrando en confusión y así el equipo visitante quemó los minutos restantes.

Álvarez hizo una movida interesante, ingresó Lucas Assadi por Flavio Moya, donde la U ya se fue en demanda del arco buscando desesperadamente el empate.

Otra vez Iquique sorprendió con un pelotazo donde Ramos le ganó el cabezazo a Matías Zaldivia, para habilitar a Steffan Pino, quién con un potente remate venció otra vez a Castellón. Se le venía la noche a la U, pero el VAR anuló el gol y esto hizo renacer al Bulla, que con un remate potente de Lucas Di Yorio casi rompe el arco para decretar el empate.

Todo se definiría con una mano de Dylan Rojas, que fue advertido por el VAR otra vez, el árbitro Mathías Riquelme no lo advirtió en primera instancia, y fue Rodrigo Contreras remató perfecto desde los 12 pasos para el gol del triunfo azul.

Luego sería Matías Zaldivia luego de un tiro de esquina el que puso el 3-1 final. Cuando el partido moría, Rodrigo Contreras le pegó al arquero Requena y se ganó la segunda amarilla.