Está siendo una temporada atípica en la Serie A de Italia. Si bien Inter de Milán aseguró su Scudetto número 20 hace algunas fechas, la lucha por el descenso y por los puestos de clasificación a competencias europeas está abierta. Bologna, equipo de Jhon Lucumí, está cerca de asegurar su cupo en la próxima Champions League.
La pelea por los puestos europeos en la Serie A está sumamente atractiva. Únicamente Inter y AC Milan han asegurado su presencia en la próxima Champions League a falta de 3 fechas. Juventus, Bologna, Atalanta y AS Roma se mantienen en competencia.
Está claro que el equipo rossoblu es la gran revelación de la temporada. Bajo las órdenes de Thiago Motta, Bologna ha hecho una campaña espectacular. El equipo marcha en la cuarta plaza, por lo que se encuentra, de momento, en puestos de clasificación a la Champions.
Una de las grandes estrellas del equipo es, sin lugar a dudas, Jhon Lucumí. El colombiano ha dado seguridad defensiva al equipo y está a solo un paso de hacer historia con el equipo italiano. De lograrlo, recibirá una gran recompensa económica.
El premio que se llevaría Lucumí
Bologna, gracias a su campaña impecable en la Serie A, ha asegurado ya su presencia en competencias europeas, por lo que volverá al plano internacional por primera vez en 22 años. Sin embargo, está claro que Thiago Motta no se conformará con la clasificación a la Europa League o la Conference League.
El equipo rossoblu quiere ir a la Champions y sus jugadores cuentan con un gran incentivo económico para lograrlo. Según informa el diario AS, los jugadores de Bologna, entre los que se encuentra Jhon Lucumí, recibirán una prima de 80.000 euros de conseguir la clasificación.
Sería un logro histórico
De asegurar el cuarto lugar o de robarle la tercera plaza a Juventus, Bologna se clasificaría a una fase de grupos de la Champions League por primera vez en su historia. Lo más cerca que estuvo el club fue con su participación en la ronda preliminar de la campaña 1964-1965.
En aquella edición de la antigua Copa Europa, no existía la fase de grupos. Por ende, los equipos que superaran la fase preliminar accedían automáticamente a los octavos de final. En un cruce de ida y vuelta, los italianos igualaron en el global 2-2 contra Anderlecht, para luego jugar un partido de desempate que quedó 0-0. Las reglas de la época indicaban que el clasificado se definía por la vía del sorteo, el cual le dio el boleto al equipo belga.