Carlos Salcido fue uno de los tantos jugadores mexicanos que, tras su buen presente en la Liga MX, emigró al futbol europeo para continuar su carrera y hacer experiencia en la liga holandesa, que actualmente acobija a deportistas aztecas.

Sin embargo, lo que parecía color de rosa, terminó siendo una pesadilla al comienzo de su estadía en el Viejo Continente. En su llegada al PSV Eindhoven, el ex Chivas y Tigres sufrió el abandono de su representante y también padeció contratiempos de dinero.

"El representante que tenía en mi llegada a Holanda me abandonó. Yo en ese momento no sabía ni el idioma, ni moverme en una cultura nueva. Ni siquiera sabía donde comer. Recuerdo que estuve yendo a lugares donde vendian cosas fritas. También me acuerdo que debía dinero en mi cuenta del teléfono y apuraban para que les pague", revivió el ahora exjugador, en diálogo con Mediotiempo.

Salcido arribó al conjunto holandés, luego de su actuación en el Mundial 2006 con la selección mexicana y su nivel en Chivas, donde en sus dos etapas consiguió cinco títulos. En la Eredivise, logró tres galardones: dos Ligas y una Supercopa.

Se carrera continuó en Fulham en 2010, donde duró un año. En 2011, retornó a territorio azteca para vestir la playera de Tigres, donde también se consagró, tras festejar levantar dos trofeos (uno de Liga y otro de Copa). Después de un nuevo paso por el Rebaño Sagrado, se retiró en 2019 con la playera de Veracruz.