Esta tarde, Huracán recibió a Boca Juniors en el marco de la fecha número 11 de la Copa de la Liga Profesional. Los de Miguel Ángel Russo enfrentaban su tercer compromiso en una semana y, pese a la sobrecarga impuesta por la doble competencia, consiguió salir aireado en ambos terrenos.

Fue 2 a 0 para los xeneizes en el Palacio Ducó. Tras un primer tiempo prácticamente sin ocasiones, fue en el complemento cuándo los visitantes consiguieron sacar ventaja. Franco Soldano capturó el rebote que el arquero Sebastián Meza le entregó tras un remate espectacular de Sebastián Villa y anotó el gol que rompió con la igualdad.

El entrenador acertó con los cambios. Fue Gonzalo Maroni el encargado de cerrar la cuenta en el minuto 90' tras aprovechar un desconcierto defensivo del Globo. El cordobés recibió una asistencia desde el lateral de Frank Fabra y enfrentó al guardameta con decisión para definir con un fuerte remate. 

Uno de los puntos destacados del choque de esta noche fue el regreso de Cristian Pavón al equipo dueño de su pase. El cordobés se había ido en 2019 a préstamo a la Major League Soccer, más precisamente a Los Ángeles Galaxy y tras varios ida y vuelta terminó sumándose otra vez al primer equipo azul y oro. 

Uno de los interrogantes alrededor de Kichan era el número que utiliza ahora como dorsal. El 31 terminó siendo algo icónico para los hinchas de River, que le recuerdan a su eterno rival el resultado de la final de Madrid. Al finalizar el partido, fue consultado sobre esta cuestión y respondió sin demasiadas vueltas: ""No hay ninguno con la 7. La 31 me tocó. No me pongo a pensar en el número sino en jugar, que es lo que más quiero".

+ Más declaraciones de Pavón: 

"Uno cuando no juega pasa por todas estas situaciones. Por suerte pude entrar y estar tranquilo. Lo más difícil es el tema de lo físico. Entrando desde el banco te ahogás mucho, los partidos son intensos y eso te juega en contra. Iré agarrándolo a media de que pasen los partidos".

 "Yo en esos temas no me meto. Esas cosas las manejan mi representante y mi papá. Yo prefiero entrenar y jugar, lo otro que lo solucionen ellos. Hasta junio de 2022 tengo contrato. Lo único que me queda es hacer las cosas bien acá en Boca, tratar de jugar, hacer lo mejor para el equipo y para la gente que mejor se lo merece".

"Haberme operado me alivió. Al tener los sobrehuesos la movilidad del tobillo era muy poca, y al sacármelos me siento mucho más liberado. Puedo correr más suelto, moverme con más libertad".