Primero que nada, Germán Burgos se encargó de dejar su huella eterna como arquero. La rompió toda sobre todo en su paso por River, y luego terminó coronando su carrera en el Atlético Madrid, club que se ganó su corazón por siempre. Al poco tiempo pasó a estar del otro lado y comenzó su trayecto como ayudante de Diego Simeone justamente en el conjunto Colchonero.

De igual manera, esta temporada tomó la dura decisión de separarse de su gran amigo el 'Cholo', para comenzar a escribir su propia historia como entrenador, confiado de que todo lo vivido en estos años le dieron la experiencia necesaria para conducir un equipo por su cuenta.

En diálogo con Radio Éter, dio un par de detalles sobre su futuro, aunque todavía no sepa bien dónde será su primer desafío como técnico: "Primero dirigiré en España y después, algún día, si se presenta la oportunidad lo haré en River", afirmó.

De igual manera, fiel a sus sentimientos, aseguró: "Nunca dirigiré a Real Madrid, Barcelona ni Boca, por mis sentidos de pertenencia, ya que de hacerlo estaría faltando a mi palabra". Y para contar más sobre sus deseos, citó a Marcelo Bielsa: "Ahora mi objetivo es dirigir en todo el mundo, lo único que no negocio es que no se corra".

Ya metido en el análisis, contó un poco de su visión de juego y habló de viejos referentes del fútbol argentino: "Un Román Riquelme podía jugar en cualquier equipo del planeta, pero como hizo Carlos Bilardo con Diego Maradona, había que armarle un equipo a su alrededor para que ellos corran menos, como pasaba con Enzo Francescoli en River"

Para cerrar, contó cuáles son sus referentes para seguir el camino que eligió: "En aquel momento que me dijeron que tenía un cáncer y era una enfermedad que no manifestaba dolor, Aragonés me preguntó si me iba a operar, pero yo le dije que primero iba a jugar un partido que teníamos por delante. Aprendí mucho de él, y de Timoteo Griguol adquirí ese hábito de mascar chicle".