Imposible olvidar aquella imagen. Luego de perder ante Brasil por las semifinales de la pasada Copa América, un Lionel Messi que ya se había mostrado en reiteradas ocasiones con una postura diferente a la que venía teniendo en el pasado, disparó de lleno contra la Conmebol, habló de corrupción y apuntó también contra el arbitraje de dicho encuentro que había perjudicado de gran manera a la Selección Argentina. Fue una explosión enorme en el mundo del fútbol, porque de más está decirlo, la palabra del '10' del Barcelona retumba y mucho. 

En diálogo con Diario Olé, bastante tiempo después, el presidente de la Conmebol Alejandro Domínguez recordó ese evento, confesando que al día de hoy no tuvo contacto directo con el astro: "Indirectamente sí. Lio es el más grande del mundo, me encantaría que juegue la Copa América y que si se le da, que sea campeón; me encantaría verlo levantar una Copa del Mundo. Como me encanta verles a todos los jugadores. Un continente que tiene al mejor del mundo lo quiere en su mejor momento y en su mejor esplendor", expresó el dirigente muy alejado de la polémica.

De igual manera, no ocultó el dolor que sintió en ese momento, aunque siguió tirándole buena onda al jugador: "A quién le gusta que se lo trate de esa manera. Somos todos hombres del fútbol y entiendo el momento de calentura. La roja particularmente a él y a Medel me parece que fue innecesaria, era evitable, y lamentablemente ocurrió una vez más. Ya dimos vuelta la página, somos gente del fútbol, entendemos, los comprendo a Chiqui y a Lio y el fútbol da revancha. El año que viene, si Dios quiere y todo va bien, la Copa América será en Argentina y Colombia, y es una gran oportunidad para volver a ser protagonista. Y Argentina tiene todas las condiciones para ser campeón de una copa, que aunque que se juegue allá no significa que tenga un beneficio no deportivo", explicó.

Luego, señaló que más que quedarse con la parte negativa de la historia, se fija en la resolución de la misma, con un gran gesto del argentino para con el ente que rige al fútbol en Sudamérica: "Pidió perdón, tuvo la grandeza de mandar una carta pidiendo perdón y eso demuestra por qué es el mejor jugador del mundo, ¿verdad?, y eso es muy importante. Y claro, cuando el mejor del mundo dice algo así no sólo repercute en lo deportivo: el prestigio de la Conmebol se ve afectado. Afecta en la credibilidad y la imagen de la Conmebol que queremos imponer en el mundo para generar mejores recursos".

Para cerrar, con mucha sinceridad, analizó el arbitraje de aquel Superclásico que se dio en una instancia más que decisiva del torneo continental en el cual Brasil hizo de local: "No podemos culpar al arbitraje sólo cuando parece que hizo un error y no cuando lo hizo a favor. No sólo reclamar cuando no nos ayudaron. El arbitraje se equivoca, lo importante es que estemos de cerca para minimizar errores. Es el deporte y es la vida: se gana, empata y pierde. Y tiene que ver con la cultura, entiendo a Chiqui, los dirigentes que quieren ganar, y no es fácil", concluyó.