Estamos muy acostumbrados a que en el eterno debate de si es peor irse a la B o perder una final de Libertadores contra el eterno rival, cada uno tire para su lado. 

Los que se sienten identificados con Boca no dudan en que descender no se compara con nada, mientras que desde el mundo River afirman que lo vivido en Madrid fue único.

Por este motivo, sorprendió mucho cuando Pablo Álvarez, quien supo vivir épocas gloriosas con el Xeneize, no siguió esta tendencia.

En una suerte de ping-pong en diálogo con Crack Deportivo, afirmó que para él hay más desgracia en la derrota que vivió el conjunto de La Ribera en el Bernabéu, que en lo que pasó por Núñez durante 2011/12.

De igual manera, recordó con mucho cariño, entre otras cosas, el partido del 2004 en el que su equipo pudo eliminar justamente al Millonario del torneo continental.

"Eso me catapultó. Soy un agradecido a Carlos Bianchi por darme semejante responsabilidad y haberla enfrentado con temperamento y personalidad, algo que me forjó Boca y también mis compañeros más grandes en ese momento. A medida que pasan los años, uno va tomando conciencia. Aquella vez lo tomé como algo natural más alla del eterno rival, pero uno venía mamando lo que es Boca. Y Bianchi nos consolidó... Y con Carlos tengo una relación, hace poco nos encontramos y me dijo: 'Pablo, eras un chico con personalidad y temperamento, y por eso te tuve confianza. Sabía que no me ibas a fallar'", contó sobre el haber pateado un penal en dicha tanda definitoria.