Corría el año 2003 y un ya muy experimentado Nelson David Vivas retornó al fútbol argentino para vestir la camiseta de River Plate, equipo por entonces dirigido por Manuel Pellegrini.

Sin embargo, al defensor le costó de entrada debido a su pasado en Boca Juniors. Sumado a ello, no rindió en sus pocos partidos en el club y decidió tomar una drástica determinación.

 

"Gran parte de mi carrera tuve que convivir con el insulto. Dentro de la cancha no tenía forma de defenderme, era tratar de naturalizarlo para que me afectara lo menos posible. Entonces, cada vez que pasaba, mis reacciones no eran buenas", comenzó narrando en diálogo con 'Infobae'.

"Dirigía Pellegrini. Fue un entretiempo de la Sudamericana 2003 contra Libertad de Paraguay y fue un desahogo la decisión. Venía todo mal, disfrutaba del entrenamiento pero no salir a la cancha y recibir semejante cantidad de insultos", siguió contando Vivas.

 

"Estaba absolutamente desenfocado. No solo no era capaz de acertar un pase de un metro sino que no podía convivir con eso. Pedí el cambio en el entretiempo y rescindí al otro día. Le dije a Pellegrini: 'Sáqueme porque ya no juego más al fútbol'. Yo no quería jugar más", continuó.

Posteriormente, Vivas, que antes también había jugado en Quilmes, Lugano, Arsenal de Inglaterra, Celta de Vigo e Inter de Milán se terminó retirando con la camiseta del conjunto Cervecero.