“Simplemente competir como uno mismo ha sido simplemente liberador”, dijo Jacob Caswell, tras completar la Maratón de Brooklyn, el pasado 24 de abril. Cruzó la meta y cortó la cinta de llegada, es decir ganó. Lo hizo en su categoría, una nueva categoría para corredores no binarios en la que participaron 21 inscriptos. Su historia es representativa para muchas otras personas que viven y padecen la misma situación. Como corredor de medio fondo formado en la Universidad de Columbia, Caswell nunca sintió que tuviera espacio para ser él mismo. Dado que las distintas pruebas universitarias de atletismo sólo incluyen divisiones masculinas y femeninas, Caswell, que es no binario, siempre compitió en las carreras masculinas. Así son las normas de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA) y de tantas otras entidades, casi todas.
Así eran… hasta ahora porque las carreras pedestres de Estados Unidos abrieron el juego y ampliaron su horizonte de expectativas. ¿Cómo? Abrieron una categoría no binaria que tuvo más de 20 carreras en un año en las que las estas personas pudieron ser parte.
El sesgo por sexos aparece siempre y toda vez que un corredor, sen elite o amateur, deben indicar su sexo: femenino o masculino. En este sentido, Caswell sostuvo, a The New Yprk Times, que “estar rodeado de corredores transgénero y no conformes con el género me ayuda tanto a competir atléticamente como a vivir más auténticamente”. Su escolta en los 42,195km de Brooklyn fue Zackary Harris, quien contó: “Me sentí muy orgulloso al ver que al frente, justo detrás de nosotros, había más personas no binarias, que representaban y estaban orgullosas de la carrera”. Y añadió: “Los corredores no binarios han estado aquí todo este tiempo. Se nos ha obligado a correr en categorías que no coinciden con nuestras identidades de género, y ahora estamos viendo un cambio en los deportes para que nos reconozcan realmente”.
En septiembre de 2021, la Philadelphia Distance Run fue la primera organización que brindó la misma cantidad de dinero en premios a los atletas no binarios. “Queremos hacer una carrera competitiva y conseguir los mejores corredores no binarios”, fue la explicación simple que dio, dijo Ross Martinson, uno de los organizadores.