Este sábado, Barcelona necesitaba ganar sí o sí. De no hacerlo, LaLiga podría estar sentenciada para el lunes y en las manos del Real Madrid.

Ante Valladolid, que logró escaparse de la zona del descenso y transita la segunda mitad de la tabla de posiciones, Quique Setién sacó a Luis Suárez y armó dupla de ataque entre Antoine Griezmann y Lionel Messi.

A los quince minutos, el Diez y capitán del Barcelona asistió a Arturo Vidal y el mediocampista abrió el marcador.

Para salir al entretiempo, Suárez sustituyó a Griezmann, quien poco jugó y para colmo se erró un gol insólito casi en el punto penal.

En la segunda parte, como pasó en los últimos encuentros, Barcelona se preocupó más por defender que atacar y sufrió mucho.

Barcelona terminó sufriendo y mostrando la misma cara que en los últimos meses. Un 1-0 que dice mucho.