Mal día para el Everton y James Rodríguez ya que por primera vez en la temporada cayeron en la Premier League y, a pesar de que continúa como único líder, las sensaciones no fueron las mejores porque se vieron completamente superados por el Southampton.

El volante colombiano en los primeros minutos no se le vio cómodo ya que el equipo se plantó para esperar y atacar los espacios, pero la intensidad y buen juego de sus rivales hizo que todos los jugadores de Everton sufrieran y las desconcentraciones e imprecisiones fueron evidentes.

Un lindo caño y una situación creada, que Sigurdsson estrelló en el palo, fue lo único rescatable de James durante los primeros 45 minutos, en los cuales ya se puso en ventaja el equipo local, tras los goles de James Ward-Prowse y Che Adams.

Luego en el segundo tiempo, Rodríguez quiso ponerle más actitud y empezó a presionar más en defensa para poder salir en ataque, pero ese esfuerzo a veces fue innecesario ya que los rivales no necesitaban grandes desplazamientos para desactivar todas las jugadas y a James se le vio impotente ante la poca reacción de su equipo.

Y al final vino lo peor: James se empezó a tocar la zona de su músculo posterior derecho, estiró en varias ocasiones y los últimos 5 minutos terminó cojeando, lo cual ya prende las alarmas en el Everton y en la Selección Colombia, de cara a los próximos partidos.