El estadio Windsor Park de Belfast fue el escenadio designado para otro duelo realmente determinante correspondiente al Grupo C de las Eliminatorias rumbo a la próxima edición de la Eurocopa.

Es que, allí, Irlanda del Norte, sorpresivo líder de dicha zona, se presentó ante su público como anfitrión de Alemania, que arribó a este cotejo algo golpeado luego de la derrota como local de Holanda.

De todas maneras, los cuatro veces campeones del mundo, necesitados de una victoria urgente, se presentarono como los favoritos para quedarse con los tres puntos ante un rival voluntarioso pero limitado.

Y era un partido cerrado, parejo y equilibrado hasta que los comandados estratégicamente por Joachim Löw encontraron la apertura del marcador por intermedio de una auténtica obra de arte que culminó en gol.

Cuando transcurrían jugados 3 minutos de la etapa complementaria, Marcel Halstenberg recibió el esférico y lo impactó de manera espectacular para quebrentar la resistencia de la formación anfitriona.

Posteriormente, ya en la agonía del espectáculo, Serge Gnabry apareció para liquidar la historia, darle tranquilidad a Alemania y sellar el 2-0 definitivo que lo catapulta hacia lo más alto de la tabla.