Este miércoles en el Camp Nou, Barcelona necesitaba dos goles para empatar el global por las semifinales de la Copa del Rey.

Sin embargo, Sevilla le plantó una línea defensiva muy fuerte y tardó mucho para lograr romperla.

Primero lo hizo a los diez minutos de un golazo de Ousmane Dembélé, pero el empate agónico llegó al minuto 93.

Lionel Messi metió un saque de esquina, el rebote salió lejos del área y allí apareció Antoine Griezmann.

El francés enganchó para su zurda y centró para Gerard Piqué, quien cabeceó casi en el punto para el 2-2 en el global.

¡Qué partidazo!